El costo de la guerra 

El costo de la guerra 

Jesús Sánchez Meleán 

La reciente conversación entre Donald Trump y Volodímir Zelenski dejó en evidencia la visión del presidente norteamericano sobre la política exterior de Estados Unidos. La visión de Trump es el pragmatismo extremo y cálculo de costos. Para Trump, Ucrania no es un aliado estratégico, sino un centro de gasto. Su postura es clara. Para Trump, la guerra debe terminar de inmediato, y la única manera de lograrlo es cediendo ante Rusia. 

Trump ha expresado que la invasión de Ucrania debió resolverse en tres días, con la rendición de Kiev. Desde su perspectiva, la negociación se hace con quien tiene el poder, y ese es Vladimir Putin. En su discurso, Zelenski no tiene cartas que jugar y no es quien define el futuro de su país. Esta visión se basa en lo que Trump considera “realismo puro”. Para él, prolongar la guerra es un desperdicio de recursos y vidas humanas.  

Culpa a Joe Biden de haber apoyado a Ucrania en lo que ve como una causa perdida, y ahora busca cerrar el conflicto sin importar las condiciones del acuerdo. La postura de Trump ignora un elemento clave de la política exterior: los valores. Si bien la diplomacia debe considerar intereses estratégicos, también es un reflejo de los principios de un país. Ceder ante Putin sin garantizar la seguridad y soberanía de Ucrania enviaría un mensaje peligroso al mundo. 

Y no veo otro mensaje que el mundo está por recibir: el poder se impone sin consecuencias. Zelenski, por su parte, busca una paz justa, no una rendición disfrazada de acuerdo. Quiere que se reconozca la invasión rusa como lo que es y que se establezcan condiciones que impidan futuras agresiones. Sin embargo, con Trump, su margen de maniobra es escaso o nulo. Para Trump, sin un acuerdo inmediato, la ayuda militar de EE.UU. desaparece. 

El riesgo de esta postura es claro. Un mal acuerdo no solo debilitaría a Ucrania, sino que reforzaría la idea de que la fuerza es la única herramienta válida en las relaciones internacionales. Esto podría alentar futuras agresiones, no solo en Europa, sino en cualquier región donde haya disputas de poder. Hay compromisos que van más allá del dinero, y la defensa de la democracia es uno de ellos.  

Trump parece dispuesto a ceder ante Rusia para evitar más gastos, pero la pregunta es: ¿a qué precio? 

Jesús Sánchez Meleán

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