octubre 17, 2024

Agua derramada en Rusia

Agua derramada en Rusia

Jesús Sánchez Meleán

Los acontecimientos de Rusia ahora pueden ser descritos como un motín. El grupo de mercenarios, denominado Wagner y liderado por Yevgueni Prigozhin, tomó el control de Rostov, ciudad al sureste de Rusia donde opera un centro de comando de la invasión rusa a Ucrania. Las noticias que llegaban en la mañana del sábado 24 indicaban que la toma de esa ciudad tuvo lugar de forma pacífica y ante los aplausos de la población. La gente del Wagner parecía contar con la simpatía de aquellos que se oponen a la guerra de Putin.

Ese grupo de mercenarios organizó cuatro columnas de tanques y los puso en dirección a Moscú. Uno podía conjeturar que ante aquel respaldo popular esa columna de tanques llegaría a su destino y cumpliría con la misión de tomar control de la capital del país. Me llenó de placer el leer a media mañana cómo Prigozhin decía que la guerra se había basado en premisas falsas y en inventos de parte de Putin y de su ministro de la defensa. Eso mismo pienso yo. Pero, pocas horas después se supo que esas columnas de tanques se habían dado la vuelta.

Agua derramada en Rusia

Fue triste leer el que Prigozhin había aceptado un arreglo con Aleksandr Lukashenko, intermediario que intercedió a favor Putin. El líder de Wagner aceptó exiliarse en Bielorusia, país que preside Lukashenko. A cambio de suspender su acto de rebelión, Prigozhin logró que Putín eliminara los cargos penales que pesarían sobre él y sobre su tropa. El entender ese arreglo permite entender la naturaleza de lo sucedido aquel día. No se trató de combatientes con intenciones de derrocar a Putin de manera de detener la guerra.

Agua derramada en Rusia

Ese pensamiento era solo una ilusión. Mejor dicho, el que yo pensara eso era una proyección de mis deseos de ver derrotado a Putin. Sin embargo, creo que el agua que se derrama no se recoge. Este incidente demostró que el sanguinario y criminal que lidera Rusia no ha podido lavarle el cerebro a toda la población de su país. Prigozhin en pocas horas logró convertirse en un factor de poder alterno y que podía retar la autoridad de Putin. Este hombre verbalizó y manifestó un argumento que derrumba la justificación de la guerra vendida por Putin.

Me gustaría que fuese cierto lo que dice el opositor ruso Mijaíl Jodorkovski. Según este empresario y ex amigo de Putin, “surgirán más situaciones como esta. Y hay que estar más preparados para ellas”. Quienes adelantaron el motín eran mercenaries pagados el propio Putin para acometer los crímenes de lesa humanidad en Ucrania. Y este motín tenía un interés meramente crematístico. Yo espero que las nuevas oportunidades para debilitar o detener las atrocidades de Putin provengan de gente seria y con buenas intenciones.

Jesús Sánchez Meleán

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