Cuando calienta el sol

Cuando calienta el sol

Jesús Sánchez Meleán

La llegada del verano 2023 tiene un significado particular para los 3 millones de maestros en las escuelas de los Estados Unidos. En los próximos 90 días, los sacrificados maestros van a poder practicar ejercicios, dedicar tiempo a meditar, dormir por un mayor número de horas, o simplemente salir a bailar. Si estos educadores viven cerca de la costa, o pueden llegar hasta ella, estoy seguro de que se van a sumergir en alguna deliciosa playa para poder disfrutar del agua y de un sol que parece más caliente durante el verano.

Ellos necesitan ese respiro. El laborar en el sistema escolar de EEUU requiere de personas bien comprometidas con la misión de educar. No son los profesionales mejor pagados. Están sometidos a la presión de atender niños y adolescentes y al mismo tiempo lidiar con las expectativas de los padres y de los administradores. Gran parte de su tiempo la invierten en contrarrestar los abusos, la prepotencia y la violencia que es característica en las relaciones interpersonales de los estudiantes en los Estados Unidos. Hace labores de psicólogos sin serlo.

Los maestros salen cada día de su hogar estando conscientes del peligro que corren por trabajar en una escuela. En 2022, hubo aproximadamente 300 tiroteos en jardines de infantes y escuelas primarias y secundarias en todo Estados Unidos. Esos tiroteos causaron muertes o heridas a más de 300 personas. El 40 por ciento de esas víctimas fueron los educadores. Las estadísticas indican que más de un 80 por ciento de los maestros en EEUU han estado expuestos a la violencia con armas en las escuelas en las últimas dos décadas. 

Cuando calienta el sol

La situación no ha mejorado en el 2023. Según Everytown for Gun Safety, en el primer trimestre del año en curso, ya se han registrado un total de 33 tiroteos en las escuelas. Unos 13 tiroteos han tenido lugar en instituciones de primaria, donde asisten menores de doce años. Aunque los tiroteos suelen ser en todo el país, hay más casos en la costa este. Pero, no hay ninguna región del país que haya estado exenta de incidentes violentos con armas que han dejado heridos y víctimas fatales.

Es injusto que se quiera dañar el tiempo de las merecidas vacaciones de los maestros forzándolos a pensar sobre el porte de armas en las escuelas. En la discusión sobre la seguridad en las escuelas, hay algunos que consideran que los educadores que deseen hacerlo pueden portar un arma de fuego corta en los centros de educación. La buena noticia es que la encuesta RAND encontró que la mayoría de los maestros de Estados Unidos creen que el porte de armas de fuego por parte del personal docente haría menos seguras las escuelas.

Para una mayoría de los maestros, el asunto no tiene que ser discutido. Por los momentos, les deseamos unas felices vacaciones y esperamos que los temas calientes sean considerados al regresa a clases.

Jesús Sánchez Meleán


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