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¡Julión, Carín y Ángela traen más drama que una novela!

Mis queridos lectores, su fiel Entrometido regresa con los chismes más sabrosos de la semana. Y como siempre, mi querida esposa ya me dijo: “¡No exageres!”, pero ni modo, ¡el espectáculo lo exige! Arrancamos con el buen Julión Álvarez, que otra vez se quedó vestido y alborotado en la frontera. Resulta que las autoridades gringas le dieron revés y le cancelaron la visa, un día antes de presentarse en Texas.

¡Pum! Con 50 mil boletos vendidos, ese concierto prometía ser una bomba… y sí que lo fue, pero de desilusión. El compa ya había regresado con todo a los escenarios de EE.UU. después de ocho años vetado por un pleito legal estilo serie de Netflix, pero parece que la maldición persiste. Yo nomás digo, ¿no habrá forma de cantarle una ranchera a los del consulado norteamericano en México para que se le ablanden?

Ahora vámonos con el dúo dinámico del despecho: Carín León y Maluma. Sí, leyó bien, el regio con botas y el parcero con flow. Después del exitazo de “Según quién”, ahora regresan con “Si tú me vieras”, una balada bien dolida que hasta mi esposa la tiene en repeat mientras lava los trastes. Me cae que, si estos dos siguen así, van a destronar a Los Bukis. Eso sí, la mezcla entre regional y urbano les está funcionando de maravilla, tanto que ya planean giras juntos.

Angela desmiente a Nodal

Y cerramos con doña Ángela Aguilar, que ahora sí desmintió a su marido Christian Nodal sobre cuándo se conocieron. Él dice que ella tenía 13, pero ella lo corrigió: “¡Tenía 14!”. ¡Sopas, Perico! Como quien dice, el amor nació entre tareas de secundaria y álgebra. Y por si fuera poco, la chamaca también soltó que al Nodal no le gustan sus animales. Que si los perritos, los gatos… ¡ni las gallinas! Mi vieja dijo que eso era señal de alarma.

Yo nomás le contesté: “A mí tampoco me encantan tus gatos y aquí sigo.” (Y casi duermo en el sofá por decirlo). Así que ya lo saben, entre visas canceladas, colaboraciones que pegan y parejas que no concuerdan ni en el año, el chisme está más vivo que nunca. Nos leemos la próxima, si mi señora no me veta como a Julión. ¡Saz!