Historias de migrantes al pie de la montaña sagrada

GUATEMALTECO| Migrante detenido por la Patrulla Fronteriza. (Foto/Morgan Smith)

RECORRIDO CON LA PATRULLA FRONTERIZA EN LA FRONTERA SUR

Morgan Smith

Nos reunimos antes del amanecer con tres oficiales de la Patrulla Fronteriza en la Estación de Policía de Sunland Park, en Nuevo México, pero muy cerca de Texas. En medio de la oscuridad y con 82 grados Fahrenheit, conocimos a los agentes Sean Coffey, Marcia Finnegan, y Fidel Baca, veterano oficial con 14 años en la Patrulla Fronteriza y quién comandó el recorrido.

Con ellos comenzamos el camino para llegar a la base del Monte Cristo Rey, la montaña sagrada, que se erige como una barrera natural para hacer más difícil la entrada de los migrantes hacia Estados Unidos. En esa zona no hay muro. Esa montaña escarpada y recubierta de grava requiere gran destreza de las personas que la quieren atravesar.

Una de esas migrantes, poco diestras, calló por las laderas mientras descendía por el Monte Cristo Rey. Los agentes de la Patrulla Fronteriza la encontraron herida, con un corte profundo cerca de la boca, por lo cual fue trasladada a un centro de atención médica. La mujer era de Torreón, Coahuila, aun cuando mintió a los oficiales diciendo que venía de Anapra, Chihuahua.

Anapra cobija a migrantes

Desde la cresta del monte y con la ayuda de un helicóptero, los agentes de la patrulla identificaron a un grupo de por lo menos unos diez migrantes. Ellos permanecían en la ladera del monte hasta conseguir el momento perfecto para deslizarse hasta la base del monte y poder entrar a EE. UU. “Es un juego de espera”, nos dijo Baca.

En ese juego, Anapra tiene un papel importante. Muchos residentes de esa zona, que tiene un nivel de extrema pobreza, permiten que los migrantes se queden en sus hogares mientras esperan una oportunidad para intentar cruzar a EE. UU. Baca me hizo ese comentario que yo ya había escuchado de parte de otros agentes.

Historias de migrantes al pie de la montaña sagrada

ECUATORIANO| Migrante entrega sus documentos de identidad a agentes norteamericanos.

Guatemalteco y ecuatoriano detenidos

Un migrante guatemalteco fue el segundo hallazgo en nuestro recorrido con los agentes de la patrulla. Este centroamericano se había lastimado la pierna al bajar la montaña. “Escríbeme tu nombre aquí”, le dije. Creo entender que, en el papel escrito con su letra, tan mala como la mía, dice Mayno Agailos. Ese guatemalteco fue detenido por la oficial Finnegan.

Pronto vimos a un joven de Ecuador escondido bajo unos arbustos. Se sentó en silencio, se quitó los cordones de las botas, luego entregó sus documentos y algunos billetes de veinte dólares en perfecto estado. Parecía resignado a su detención; tal vez esta no era la primera vez. Había alrededor de 8 agentes reunidos cerca de él.

En tiempo electoral

A medida que se acercan las elecciones de 2024, podemos esperar política en lugar de razón y progreso. Sin embargo, es reconfortante ver a la Patrulla Fronteriza en acción. Están llevando a cabo el concepto de “alto muro” de Thomas Friedman y lo están haciendo con eficiencia y humanidad. Fue un honor poder pasar la mañana con ellos.