
(Foto/X)
Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por nuestros columnistas invitados no reflejan las opiniones, creencias, y puntos de vista de esa publicación.
Héctor Quiroga / Abogado de Inmigración
Desde el anuncio del presidente Donald Trump sobre la expansión de la detención de inmigrantes en la Bahía de Guantánamo, muchas preguntas han surgido sobre su legalidad e implicaciones. Como abogado de inmigración, veo con gran preocupación lo que esta decisión significa para el debido proceso y los derechos humanos.

El plan inicial contemplaba trasladar allí a miembros de pandillas y a personas con antecedentes criminales. Sin embargo, el problema radica en la inclusión de inmigrantes sin historial delictivo en estas instalaciones extraterritoriales. Este cambio genera incertidumbre jurídica y también representa un posible abuso de poder por parte del gobierno federal.
Derechos constitucionales
La Ley de Inmigración y Nacionalidad establece procesos específicos para la detención de inmigrantes dentro del territorio de Estados Unidos. Pero Guantánamo, al ser una instalación militar fuera del territorio estadounidense, genera un vacío legal que podría dejar a estos inmigrantes en un limbo jurídico.
El gobierno puede argumentar que esta detención no está sujeta a las mismas garantías constitucionales que en suelo estadounidense. Esto no exime del cumplimiento de estándares internacionales de derechos humanos. Impedir el acceso a asistencia legal o restringir su derecho a impugnar su encarcelamiento ante tribunales federales va a derivar en múltiples demandas por violaciones constitucionales.
Tatuajes como presunción de culpabilidad
Uno de los temas más preocupantes es la criminalización de migrantes basada en factores externos, como los tatuajes. He visto un aumento en casos de inmigrantes detenidos por el simple hecho de portar tatuajes que, según las autoridades, los vinculan con organizaciones delictivas. En muchos casos, estos símbolos no tienen ninguna relación con pandillas.
Los tatuajes en muchos casos son parte de su identidad cultural o incluso religiosa. No podemos permitir que el uso de tatuajes se convierta en un criterio arbitrario para detener y trasladar personas a Guantánamo. Esta práctica no solo es discriminatoria, sino que vulnera los principios básicos del debido proceso y presunción de inocencia.
Consecuencias peligrosas
Este plan de expansión de Guantánamo sienta un precedente alarmante. Si la administración justifica la detención de personas sin historial delictivo bajo el argumento de seguridad nacional, ¿qué impedirá que esta práctica se extienda aún más? Estamos ante una medida que puede ser el inicio de un modelo de detención masiva sin justificación legal clara.
Estados Unidos debe garantizar que sus políticas migratorias respeten los derechos fundamentales de todas las personas. No podemos normalizar la detención arbitraria ni permitir que el miedo y la incertidumbre sean la nueva norma para los inmigrantes en este país.
Como abogado de inmigración, insto a los defensores de derechos humanos, legisladores y la sociedad en general a estar vigilantes ante esta situación. La historia nos ha enseñado que cuando el gobierno obtiene poder sin restricciones, los derechos individuales son los primeros en verse comprometidos.
Detenciones en Guantánamo amenazan derechos y debido proceso
También te puede interesar:
Firma invitada – Criminalizan falta de registro ante USCIS
Firma invitada – ¿Podrán sobrevivir las ciudades santuario?
Firma invitada – Millones de niños amenazados
otras noticias
Lecciones de historia en el Capitolio de Colorado
Firma Invitada – Legislación bipartidista ayudaría a derribar barreras en la atención médica
Quien no duda, pierde