El mejor regalo

Jesús Sánchez Meleán

Parece una decisión insignificante, pero no lo eso. El escoger el regalo de navidad para una hija o un hijo tiene gran trascendencia. Y esa responsabilidad se hace aun mayor cuando quienes van a recibir los regalos son adultos. Ya no se trata de complacer a los niños con el juguete que estaba en tendencia. Esa tarea de actuar como el Niño Jesús, o como San Nicolás, era sencilla porque el propio niño o niña expresaban claramente y hasta por escrito cual era su regalo deseado.

Me he puesto a pensar en este tema luego de leer la desacertada escogencia de regalo navideño que hicieron James y Jennifer Crumbley en Michigan para su único hijo. Ellos compraron un arma y se la entregaron a su hijo Ethan como regalo de navidad. Se la entregaron envuelta en papel de regalo y todo el cuento a su hijo de 15 años. Ethan publicó en sus redes sociales lo feliz que se sentía al haber recibido aquel regalo. Y tan contento se puso que a pocas horas de tener en su poder esa arma salió a usarla.

Con esa pistola modelo Sig Sauer de 9 milímetros en mano, Ethan disparó a compañeros de su escuela al norte de Detroit. A causa de el tiroteo que Ethan protagonizó con el regalo que le dieron sus padre fallecieron cuatro alumnos en el instituto de Oxford. Se trató de dos jóvenes de 16 y 17 años y dos chicas de 14 y 17 años. Ethan dejó heridas a otras siete personas. Este joven será ahora juzgado como adulto y afronta los cargos de terrorismo; asesinato en primer grado; asalto con intento de asesinato; y posesión de un arma de fuego.

El mejor regalo

James and Jennifer también han sido imputados por la masacre que su hijo protagonizó. A ellos se les acusa de homicidio involuntario. Fueron detenidos, les leyeron sus cargos, y salieron en libertad condicional al pagar una fianza. La justicia tiene mecanismos a los que en conjunto se les denomina “el debido proceso”. El pago de la fianza y el derecho a la defensa son procedimientos “justos” que están al servicio de cualquier persona sobre la cual hay acusaciones penales.

Yo hubiese esperado que a James y a Jennifer les asignaran una fianza mil millonaria de tal manera que quedasen impedidos de pagarla y por lo tanto se hubiesen visto obligados a esperar por su juicio en prisión al igual que su hijo. En mi opinión, estos padres son tan responsables de los homicidios como su hijo Ethan. Afirmar responsablemente que las acciones de Ethan no son más que el reflejo o proyección de las visiones de sus padres.

¿A quién se le ocurre poner un arma en las manos de un menor? ¿Cómo es que los Crumbley consideraban que su hijo era apto a esa edad para tener acceso a un arma? Deben también explicar ante un jurado su comportamiento en las horas inmediatas a la tragedia. Los Crumbley fueron los únicos que dicen no estar enterados de las señales peligrosas que su hijo envió por las redes sociales y ejecutó en el colegio. Ellos se negaron a que su hijo recibiera terapia debido a su errático comportamiento.

James no informó a las autoridades del instituto Oxford sobre el regalo que él y su esposa habían puesto en las manos de su hijo. Mientras, Jennifer tampoco confesó que ella misma estimulaba las conductas peligrosas de su hijo. Jennifer le escribió a Ethan, ““LOL, no estoy enojada contigo, tienes que aprender a que no te descubran”, en referencia a que su hijo había sido descubierto visitando paginas para comprar municiones mientras estaba en sus clases regulares.

Tengo todas esas reflexiones en mente mientras camino para llegar a comprarle el regalo de navidad a mis dos hijos. Tremenda responsabilidad esta.

Jesús Sánchez Meleán