
REMITENTES DEBE PAGAR IMPUESTO DE 5 POR CIENTO
Redacción El Comercio de Colorado
Una de las propuestas más controversiales del megaproyecto fiscal impulsado por Trump es la de gravar con un 5 % las remesas enviadas al extranjero. Esta medida fue bloqueada por legisladores conservadores republicanos el pasado viernes 18 de mayo, pero que, según el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, avanzó en comité de la cámara durante el fin de semana y podría llegar nuevamente al pleno esta misma semana.
Si la propuesta es aprobada en la cámara de representantes y luego ratificada por el Senado, tendría un impacto directo sobre millones de migrantes, en especial mexicanos, que cada mes envían dinero a sus familias desde Estados Unidos. En el primer trimestre de 2025, México recibió 14.269 millones de dólares en remesas, lo que representa casi el 4 % del PIB nacional y constituye una fuente vital de ingresos para miles de hogares.
Reacción en México
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, criticó duramente la propuesta. “Es una injusticia, es discriminatoria”, afirmó en conferencia de prensa. Aseguró que los migrantes “ya pagan impuestos en Estados Unidos, tengan o no documentos”, y por lo tanto consideró inaceptable que se les imponga un gravamen adicional al dinero que envían a sus familias.
Sheinbaum celebró que el Senado mexicano emitiera un posicionamiento conjunto, firmado por todos los partidos políticos, en el que se rechaza de forma unánime la medida. “No, eso no, dijeron todos en la carta enviada ayer”, subrayó la mandataria. La propuesta busca que el impuesto del 5 % recaiga directamente sobre el emisor de la remesa, es decir, el trabajador migrante.
Una medida con amplio alcance
A largo plazo, esto podría reducir el monto de dinero enviado a países como México, lo que afectaría tanto a las familias receptoras como a economías locales que dependen de ese flujo constante de divisas. En opinión de expertos económicos, este tipo de medidas podría tener efectos contraproducentes, al fomentar el uso de canales informales de envío de dinero y crear fricciones diplomáticas con países aliados.
Además, según una comisión presupuestaria independiente del Congreso, el conjunto del megaproyecto fiscal —que incluye esta medida— aumentaría el déficit federal en más de 4,8 billones de dólares en la próxima década, lo que ha encendido las alarmas incluso dentro del propio Partido Republicano. A pesar del rechazo inicial, el proyecto no ha sido descartado. La bancada republicana planea reintroducirlo esta semana en la Cámara Baja.
Lo que sigue
El presidente Trump ejerce una gran presión en un contexto político tenso exigiendo que se apruebe la propuesta antes del 4 de julio. La propuesta de gravar las remesas será sin duda uno de los puntos más debatidos si el megaproyecto llega al Senado, donde ya se anticipan enmiendas y modificaciones.
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