Fuera de serie

Fuera de serie

Jesús Sánchez Meleán

El doctor Anthony Fauci se vistió con la camiseta de los Nacionales de Washington para estar presente en su juego inaugural de la temporada 2020. “El Dr. Fauci ha sido un verdadero campeón para nuestro país durante la pandemia de COVID-19 y a lo largo de su distinguida carrera, por lo que es lógico que lo honremos mientras comenzamos la temporada 2020 y defendemos nuestro título de campeón de la Serie Mundial”, dijeron los Nacionales en un comunicado.

Fauci llegó e hizo el primer lanzamiento. La bola que lanzó no llegó muy lejos pero ese lanzamiento quedó inmortalizado en una tarjeta que imprimió el equipo. A los cinco días de haber comenzado a venderse, esa tarjeta ya había sido adquirida por más de 100 mil seguidores del equipo. El éxito comercial de Fauci se ve reflejado en el número de tarjetas vendidas con su imagen. Y también, la gran proyección que tiene Fauci se ve reflejada en su alto nivel de credibilidad para los norteamericanos.

Según una encuesta de The New York Times, el 67 por ciento de los estadounidenses confían plenamente en las explicaciones de Fauci sobre la pandemia. Esta cifra contrasta con el nivel de credibilidad que en la misma encuesta obtiene el presidente Donald Trump. Solo el 26 por ciento de los norteamericanos cree en las explicaciones de Trump sobre la crisis sanitaria del país. Y como era de esperarse, Trump consideró como injusto ese resultado. “Es curioso…un hombre que trabaja para nosotros…pero nadie me aprecia a mi”, se lamentó.

¿Qué pudiera explicar esta popularidad de Fauci? Este médico de 79 años se ha ganado la condición de eminencia. Ha batallado contra epidemias mortíferas como el VIH y el ébola, bajo las órdenes de todos los presidentes del país desde Ronald Reagan, en 1981 hasta el presente. Y por eso no es de extrañar que Fauci se ha convertido en el referente al que la población mira buscando respuestas para calmar la incertidumbre. Sus comentarios son breves, muy bien articulados y llenos de contenido.

El público percibe que Fauci si sabe de lo que esta hablando. Su discurso hace pleno uso de los hallazgos científicos, que muchas veces cambian de un momento a otros. Y es lo normal porque nuevos conocimientos sustituyen los anteriores. Por ejemplo, luego de seis meses de la aparición del virus y luego de haber visto muchos mas datos, los epidemiólogos han concluído que el COVID-19 no tiene preferencia por ningún tipo de clima. El virus puede permanecer en cualquier temperatura y durante cualquier época del año.

Le toca a Fauci trasmitir esos nuevos conocimientos por ser la cabeza visible del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU. El público percibe a Fauci como una fuente confiable que tiene conocimiento de lo que dice. Fauci es una fuente transparente. Ha tenido la entereza de admitir que alguna información que presentó con anterioridad debe ser corregida. Tan pronto se verificó que las máscaras tenían utilidad, Fauci corrigió sus comentarios iniciales sobre la ineficiencia de los tapabocas.

El público también aprecia la valentía que muestra Fauci. A este experimentado médico y figura pública no le tiembla el pulso para contradecir a Trump. Sin alterarse, Fauci aclaró que tomar legía era un comportamiento contraproducente. Y no se ahorró palabras para decir que la Hidroxicloroquina, medicamento que Trump dijo que había consumido, no es efectivo para combatir el COVID-19. Y más importante, Fauci no tiene temor al afirmar, delante de quien sea, que la batalla contra la pandemia va por muy mal camino en EEUU.

Queda claro que este médico se encuentra muy cómodo teniendo los focos en frente de si. Hasta el momento, Fauci la ha sacado de homerun aunque en realidad no haya mostrado gran talento para jugar el béisbol.


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