Disney y las estatuas derribadas - El Comercio de Colorado

Jesús Sánchez Meleán

Este 4 de julio voy a pasar por lo menos dos horas sentado en frente del televisor. Tengo planes de ver, desde el principio hasta el fin, la obra “Hamilton”. Esta obra musical del puertorriqueño Lin-Manuel Miranda ya puede ser vista por el canal de streaming Disney +. Y cómo podía yo imaginar que sería ese canal de streaming capaz de complacer mi deseo de ver ese espectáculo musical.

Y es que “Hamilton” es ante todo una obra musical que busca entretener. Así lo ha dejado saber muy claramente su creador y principal intérprete. “Mi trabajo fue dar dos horas y pico de espectáculo para dejarte riendo y llorando, no es un libro de historia, es un musical”. Y algo bueno debe tener la obra que lleva 2 mil funciones en Broadway y 3 giras continentales. Recaudó 500 millones de dólares en taquilla y otros 75 millones que pagó Disney por los derechos.

Esta obra ha inspirado dos libros, “Hamilton’s America”, “Hamilton: The Revolution”; y una docena de exposiciones. La obra se convirtió en un fenómeno cultural haciéndola acreedora del premio Pulitzer; de un Grammy; y de 11 premios Tony. Miranda confiesa que escribió la obra sin mayores pretensiones. Lo motivó el haber leído la biografía de Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores de los EE. UU. y figura fundamental por su aporte intelectual.

Hamilton, participó en la redacción de la constitución norteamericana. Y luego, junto a James Madison, otro de los padres fundadores, escribió un centenar de artículos explicando el contenido de la carta magna para lograr que la mayoría de la población de los estados de la unión americana ratificaran ese brillante texto, que no tengo dudas en calificar como una de las grandes creaciones de la raza humana.

Hamilton fue luego el primer secretario del tesoro de EE. UU. No se asuste. Al parecer la obra no esta tan aburrida como el cuento que les estoy escribiendo. Miranda tiene la creatividad suficiente para abordar este tema de una manera original. A este artista puertorriqueño le interesó destacar la condición de inmigrante que tenía Hamilton. Esta figura histórica había nacido en el caribe, en una familia humilde. Y se mudó a Nueva York para poder estudiar.

Y no quiere Miranda el torcer la historia. Según entiendo, y se los confirmaré luego de ver la obra, en “Hamilton” se abordan todos los temas cruciales de la época en la cual el vivió. Y lo abordan con los conceptos con los cuales en aquel tiempo se abordaban esos temas. Creo que la obra es libre de lo “políticamente correcto”. La esclavitud fue un tema con el que lidiaron los padres fundadores.

Y ese fue un tema tan divisivo que debió ser excluido del texto de la constitución. Hamilton llegó a decir, según los documentos históricos, que, de insistir en la abolición de la esclavitud en el texto de la constitución en ciernes, ese texto no iba a ser ratificado. Y ya vemos que la constitución no aborda el tema. Y sabemos que debieron transcurrir otros 60 años, para que una guerra civil, entre el norte y el sur, determinara la abolición de la esclavitud.

Para mí lo inesperado es que sea Disney + quien me permita ver la obra. Y sorprende que sea Disney + la plaforma para que millones de norteamericanos entren de lleno en la historia. Y esa inmersión total en la historia norteamericana ocurre en un momento en el cual hay algunos que quieren que la memoria histórica se revise. Y para lograrlo, han tomado la vía violenta. Esos “revisionistas” han salido a cortar las cabezas de las estatuas y a tumbarlas de su pedestal.

A mi me gusta más lo que esta haciendo Disney +. Y vuelvo a darle la palabra a Miranda.
“Estamos teniendo conversaciones sobre qué queremos mantener de EE.UU. y qué cambiar…Hablar del pasado con honestidad es la única manera de hacerlo”. Coincido con Miranda y le agradezco a él y a Disney + que me permitan navegar hacia el pasado. Espero aprender algo que me ayude a entender mejor el presente.