Firma invitada – Entendiendo el coronavirus

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por nuestros columnistas invitados no reflejan las opiniones, creencias y puntos de vista de esta publicación.

Por Ricardo F Gonzalez-Fisher, MD / Servicios de La Raza y Coordinador de la Ventanilla de Salud- Consulado General de México en Denver.

Entre 1918 y 1920, 500 millones de personas fueron infectados por la pandemia de influenza española en todo el mundo. Se calcula que 50 millones de personas perdieron la vida. Desde entonces, el mundo ha estado esperando la siguiente pandemia. Ya en el siglo XXI tuvimos varios avisos: el SARS, el MERS, la gripe aviar y la gripe porcina. Gracias a conocimientos sobre la transmisión de la enfermedad los gobiernos del mundo lograron contener estas amenazas.

Ahora es diferente. En diciembre de 2019, China reportó varios casos de una afección respiratoria no muy común. Pronto detectaron la presencia de un virus que habitualmente no afecta al ser humano. Este virus -de la familia de los coronavirus por su aspecto-, se trasmite con facilidad porque al ser nuevo no hemos desarrollado defensas. Esto ha favorecido la rápida diseminación a la mayor parte de los países.

Uno de cada cuatro infectados no presenta síntomas y de los que los presentan, 85 por ciento tendrán un cuadro gripal de leve a moderado. El resto se complicará con inflamación de los pulmones. Una tercera parte de los complicados necesitará apoyo respiratorio -con un respirador o ventilador-, y la mitad de estos morirá.

Ante este difícil cuadro debemos considerar en primer lugar que ninguno de nosotros ha desarrollado defensas contra el virus. El contacto con una persona infectada -aun sin síntomas- nos va a infectar. Y aunque solo 3 o 4 por ciento tendrán un desenlace fatal, no tenemos garantía de ser de los afortunados que logren sobrevivir. 

En segundo lugar, se ha visto que la infección simultanea de gran parte de la población agota rápidamente los recursos para atender la salud. Se espera que durante la pandemia al menos 10,000 personas necesitarán apoyo respiratorio por medio de un ventilador en Colorado. El estado no cuenta con este número de ventiladores, En consecuencia, si la mayoría de la población se enferma al mismo tiempo gran parte no tendrá acceso a este recurso.

Desafortunadamente, no existe aún un tratamiento efectivo contra el virus. Esperamos contar con una vacuna efectiva a finales de 2020, por lo que nuestras posibilidades de vencer esta pandemia se limitan a medidas básicas de salud pública.

El virus se contagia por contacto con gotitas que expulsamos al hablar, toser o estornudar. Estas tienden a caer a aproximadamente 1.5 metros. Por eso nos han dicho que mantengamos una distancia de 6 pies con respecto a otras personas. El virus sobrevive en superficies solidas hasta por 72 horas, por lo cual debemos acostumbrarnos a desinfectarlas mesas, manijas, apagadores, teclados, con una solución a base de cloro.

El virus entra a nuestro cuerpo a través de la nariz, los ojos o la boca. Lavarnos las manos con frecuencia y evitar tocarnos la cara previenen esta forma de contagio. Finalmente, debido a que un gran número de personas puede tener el virus sin presentar síntomas se ha indicado que permanezcamos en aislamiento por un periodo de varias semanas. Con esto se logrará que el número de infectados graves simultáneos disminuya, dándoles la oportunidad de tener acceso al limitado número de ventiladores disponibles.      


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