Los gorilas de AMLO - El Comercio de Colorado

Jesús Sánchez Meleán

La reciente condena de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) hacia el asalto perpetrado por el gobierno ecuatoriano a la embajada de México en Ecuador ha resonado fuertemente en la región. No podía ser de otra manera. El presidente mexicano, enérgico, expresó su rechazo al “autoritarismo, golpismo, intervencionismo”, afirmando que no desea ver un mundo plagado de “gorilas”. Sin embargo, mientras AMLO clama contra estos actos, parece ignorar la presencia cercana de verdaderos gorilas en nuestra región.

AMLO señala al presidente ecuatoriano Daniel Noboa como un posible gorila. Pero, creo que este joven presidente es solo “un gorila” en potencia, en formación, en todo caso. Olvida AMLO que ya tenemos gorilas consumados en nuestro vecindario. A poca distancia de México, tres líderes regionales han convertido sus países en verdaderas junglas autoritarias. Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel son los gorilas que deambulan por nuestros territorios, pisoteando los derechos y libertades de sus ciudadanos. Ninguno de ellos, por ejemplo, respeta el derecho al asilo.

Comencemos por Díaz-Canel, cuyo régimen en Cuba mantiene a más de mil ciudadanos tras las rejas por intentar ejercer sus derechos políticos. Esta isla, a tiro de piedra de México, se ha convertido en una prisión para aquellos que se atreven a disentir. Cualquiera que parezca sospechoso de criticar al régimen será detenido por las autoridades y acusado de ser un terrorista que atenta contra la seguridad del estado. A mediados de marzo, unas simples protestas por mejoras en servicios públicos originaron la detención de 400 personas.

Maduro, en Venezuela, no se queda atrás. Con más de 250 presos políticos y una férrea represión, convierte a su país en una selva de opresión y miseria. En la actualidad, seis integrantes del equipo de campaña de la candidata opositora María Corina Machado se encuentran asilados en la embajada de Argentina en Caracas. Mientras Argentina busca proteger a opositores venezolanos, Maduro responde con represalias, cortando el suministro eléctrico y restringiendo la circulación de vehículos. Acciones de un verdadero gorila.

Por último, Ortega, en Nicaragua, gobierna como un verdadero señor de la jungla, aplastando cualquier atisbo de oposición y dejando más de cien presos políticos a su paso. Desde que en el 2018 estalló en Nicaragua la actual crisis de derechos humanos, Ortega no ha detenido la embestida contra los derechos humanos y cualquier forma de disidencia o crítica. Las instituciones nicaragüenses amedrentan, castigan y erradican cualquier forma de oposición política o defensa de los derechos humanos. Los opositores deben escoger entre la cárcel o el exilio. A muchos le ha quitado la nacionalidad.

Estos gorilas de la región no solo oprimen a sus propios ciudadanos, sino que también socavan principios fundamentales como el derecho al asilo político y los derechos políticos. Es hora de que AMLO, no solo señale, y con razón, a los aprendices de gorila. Se hace necesario que el presidente mexicano reconozca la presencia real de estos depredadores autoritarios en nuestro vecindario. Es crucial que México, como voz líder en la región, condene enérgicamente estas violaciones de los derechos humanos y defienda los principios democráticos que tanto valoramos.