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Jesús Sánchez Meleán

Tengo varios días esperando el gran anuncio sobre una nueva película de Sacha Baron Cohen. Me refiero al actor inglés que alcanzó gran popularidad con el personaje de “Borat”. Para muchos “Borat” es un personaje repugnante al entrar sus situaciones embarazosas mientras viaja por EEUU. Con esos comentarios, muy probablemente la gente proyecta su disgusto ante el tono satírico que el actor inglés le imprime a la realidad norteamericana. “Borat” usa el humor para explorar temas como el racismo, el sexismo y la intolerancia.

Los otros personajes de Baron han sido tan controversiales como “Borat”. Por ejemplo, con “Bruno” el actor le da vida a un presentador de moda austríaco que se muda a Estados Unidos para buscar fama y fortuna. La película utiliza el humor para explorar temas como la moda, la sexualidad y la homofobia. Mientras, como “El Dictador”, Baron se convierte en un dictador de un país ficticio de Oriente Medio que viaja a Nueva York para hablar ante la ONU. La película utiliza el humor para explorar temas como la política internacional, la democracia y la religión.

Como queda claro, me he quedado con las ganas de escuchar el anuncio de Baron sobre una película en la cual se mete en la piel de George Santos, congresista republicano por el distrito 3 de Nueva York. No veo mejor “casting” ni mejor creativo para una película sobre el también polémico y extravagante congresista. Es que leyendo y releyendo todas las supuestas mentiras e imprecisiones que se atribuyen a Santos, concluyo que este joven congresista es el personaje ideal para ser interpretado por Baron.

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Imagínense unas potenciales escenas de Baron parodiando la herencia étnica del congresista. O aspiro disfrutar algunas tomas en las cuales se presenta la vida universitaria y la carrera profesional del congresista. No sería menos divertido ver como se presenta la secuencia de Santos en Brasil. Todo eso sin haber entrado en su campaña electoral cuando se podrá ver cómo le “tomó el pelo” o “le mamó el gallo” a cuanto periodista se cruzaba por delante.

Ante la ausencia del anuncio de Baron, lo que escuché fue el propio anuncio de Santos sobre su intención de reelegirse. Sí, como lo escuchan. Santos comenzó su esfuerzo para conseguir dinero, apoyos, seguidores, y de esa manera ganar nuevos votantes. Santos puede tomar esa iniciativa porque hasta el día de hoy, su partido, el republicano, no ha promovido ningún tipo de proceso en su contra dentro del comité de ética del congreso. Santos anda como si nada porque hasta asignación para las comisiones le dieron y se dio el lujo de rechazarla.

Aspiro que en algún momento Baron recapacite y se ponga a trabajar en la interpretación de un personaje inspirado en Santos. Sobre el congresista tengo pocas expectativas. Lo veo saliéndose con la suya y esquivando una sanción disciplinaria. La palabra final la tendrían los electores en el distrito 3 de Nueva York. Veremos qué pasa.

Jesús Sánchez Meleán

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