Como disco rayado

Como disco rayado

Jesús Sánchez Meleán

Así suenan, como disco rayado. Tengo varios años leyendo y evaluando una serie de medidas que pueden ser consideradas como una opción racional para regular el porte de armas en Estados Unidos. Estas medidas de sentido común parecieran cada día más urgentes. Los números de víctimas por armas se han multiplicado en la última década. Al llegar al día 153 del año 2022, ya han ocurrido 200 incidentes con armas con más de cuatro víctimas mortales.

Es decir, el número de masacres en el 2022 supera el número de días transcurridos en el año. En esta discusión pública, a ninguna persona seria que promulga la necesidad de regular el porte de armas se le pasa por la cabeza el retirar la propiedad de armas a nadie. Esa regulación no significa quitarles las armas a las personas ni restringir su derecho de portar las armas. Aquellos propietarios de armas responsables seguirán portándolas

Mientras, la aprobación de leyes de “bandera roja”, podría advertir cuando las armas están en manos de personas que no tienen capacidad para manejarlas. Hay 19 estados que ya han aprobado esas leyes que permiten que cuando las autoridades reciben la advertencia de la presencia de armas en manos equivocadas puedan iniciar un proceso legal, con debidas garantías, para retirar las armas de las manos de esas personas inconvenientes.

Esos cuestionados propietarios de armas podrían apelar la decisión judicial y demostrar ante un juez que sí tienen capacidad de manejar armas. Sin embargo, el haber retirado las armas de personas con graves antecedentes de salud mental hubiese evitado masacres como las ocurridas en la escuela Columbine, el cine de Aurora, y la escuela de Uvalde. Junto a esa ley, los expertos consideran que se debe prohibir nuevamente, el acceso a las armas de asalto.

Una restricción para adquirir armas de asalto como los AR-15M estuvo vigente entre 1994 y 2004. A partir de esa fecha la administración Bush decidió no extender esa regulación y las consecuencias están a la vista. Las medidas racionales de regulación también deberían limitar el acceso a los dispositivos que permiten multiplicar el número de balas a disparar. Esos dispositivos contribuyeron a la efectividad de los tiradores como aquel del hotel de Las Vegas que asesinó 35 personas en pocos minutos.

Aunque suene como disco rayado, hay que seguir repitiendo que el congreso y en particular la bancada de congresistas republicanos tienen una deuda con la sociedad norteamericana. Se debe repetir que son las armas, esas que se adquieren sin control y que llegan a las manos equivocadas, la primera causa de muerte de niños en los Estados Unidos. Con la circulación irrestricta de armas de guerra, es difícil vivir la infancia en EEUU.

Jesús Sánchez Meleán

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