Científica hispana urge a luchar unidos contra polución

Científica hispana urge a luchar unidos contra polución

HABLA UNA CIENTÍFICA| Emma Galofré García, especialista en Oceanografía y en Estudios Ambientales. (Foto/EFE)

EMMA GALOFRÉ, ESPECIALISTA EN ESTUDIOS AMBIENTALES

Francisco Miraval

La científica Emma Galofré García considera que las personas de color deben unirse para enfrentar la contaminación en sus comunidades. Al crear estas coaliciones existirían más probabilidades de combatir la contaminación cerca de refinerías, fábricas y hasta zonas de desperdicios radioactivos. Según la especialista, que cuenta con títulos en Oceanografía y en Estudios Ambientales, los esfuerzos individuales resultan insuficientes.

Galofré García precisó que no se trata de “mejorar la situación de las comunidades que se encuentran en el frente de batalla del cambio climático”, es decir afroamericanos, indígenas y personas de color (Bipoc). “Nuestro bienestar se relaciona con el medioambiente, sea que se trate de seguridad laboral para quienes trabajan principalmente al aire libre, de tener aire limpio para respirar y agua limpia para beber, o de mantener conexiones con el medioambiente”, dijo.

Por la salud del medioambiente

“Los latinos y Bipoc se ven afectados por la injusticia ambiental y sus estrechos vínculos con la tierra”, agregó la también estudiante de doctorado en Ciencias Medioambientales en la Universidad de Colorado en Boulder. Galofré se dedica desde hace años a proyectos relativos a la vida silvestre y el medioambiente, incluyendo su participación en actividades de Latino Outdoors Colorado, que facilita el acceso de latinos a sitios al aire libre en el estado.

Tanto por su trabajo y estudios como por su “avidez al aire libre”, Galofré se enfrenta a diario “con la contaminación y los devastadores efectos del cambio climático”. “La salud del medioambiente es importante. No puedo entender cómo continuamos destruyéndolo sin tener en cuenta las consecuencias para la salud humana”, comentó, y sostuvo que la situación continuará hasta que se construyan alianzas con comunidades con problemas en común”.

Coaliciones efectivas

Esas coaliciones deben ser “culturalmente competentes”, es decir entender que distintas comunidades reciben y procesan información de distintas maneras, debido al idioma, u otros factores sociales. “Los derechos de los trabajadores, la atención médica, la equidad de género y los derechos humanos están todos conectados con la salud ambiental. Apoyar nuestro bienestar en una comunidad es apoyar el bienestar de todas las comunidades”, declaró.

“También respaldo entablar relaciones intencionales con las personas de su comunidad, animando a aquellos cuyas voces son más marginadas y participando y facilitando sistemas de ayuda mutua dentro de cada comunidad”, agregó. Sin embargo, el vocabulario científico usado es un obstáculo por ser “tan técnico, (ya que) perpetúa las barreras de acceso a recursos para responder a las injusticias ambientales”.

“No podemos cambiar de la noche a la mañana la forma en que los científicos se comunican. Yo recomiendo encontrar organizaciones y líderes que apoyen a nuestras comunidades y conozcan temas medioambientales para ayudar a romper esas barreras de comunicación”, propuso. Se debe explicar cómo la contaminación se relaciona con el acceso a vivienda, que suele regirse por regulaciones que obliga a los latinos a vivir en lugares contaminados.

Vivir en sitios contaminados

En Gran Junction, unas 5 mil familias hispanas compraron a mediados del siglo pasado viviendas que, sin que ellos lo supiesen, habían sido construidas sobre un depósito de materiales radioactivos acumulados durante la Segunda Guerra Mundial. El tema sólo se hizo público en 1971 cuando el Departamento de Salud Pública de Colorado encontró uranio no procesado en ese vecindario.

En Greeley, la Academia Bella Romero de Tecnología Aplicada, con estudiantes hispanos, está en una zona donde operan hasta 24 pozos petroleros a pocos centenares de metros del centro educativo. Sin embargo, las autoridades educativas locales decidieron en 2022 dejar de monitorear el aire. Los barrios latinos en el norte de Denver se ven afectados por la Refinería Suncor, que cuando fue fundada en la década de 1930 estaba alejada de zonas habitadas.


También te puede interesar:

Comunidad mexicana da la bienvenida a su cónsul

Las mujeres ya no lloran las mujeres facturan

Tomó posesión nueva directiva de la COHCC