¿A dónde vamos a parar?

¿A dónde vamos a parar?

Jesús Sánchez Meleán

Son miles y miles los venezolanos que siguen abandonando su país día a día. Sin embargo, muchos de los destinos que tienen los venezolanos para emigrar se les han ido cerrando. Los que toman hacia el sur ya conocen que hay mayores restricciones para recibir venezolanos en Ecuador, en Perú, en Argentina, en Brasil y en Chile. En Colombia, que sigue siendo el gran país receptor de los venezolanos en su condición de vecindad y del momento afortunado que vive su economía, ya hay resistencia para absorber un número ilimitado de venezolanos.

Estados Unidos estableció un mecanismo migratorio particular para los venezolanos. EEUU prohibió desde octubre 2022 el ingreso de los venezolanos por las aduanas terrestres. Cualquier venezolano que entre por la aduana o sea atrapado en algún pueblo fronterizo sin documento de entrada legal debe ser deportado de inmediato. A los venezolanos les han otorgado la condición de refugiados, siempre y cuando reúnan las condiciones establecidas y su llegada a los Estados Unidos sea por vía aérea. Solo los venezolanos que respeten esta norma tendrán permiso de trabajo y protección en el país del norte.

Ninguna de las restricciones establecidas parece disuadir a los venezolanos que emigran. A los ciudadanos de este país caribeño los impulsa la desesperanza. Para ellos el quedarse en su país representa un mayor riesgo que el embarcarse en una aventura migratoria por más incierta que sea. La desesperanza los ha traído a parajes totalmente inhóspitos. No son pocos los venezolanos que han hecho frente a las inclemencias de un invierno que ha llegado con temperatura de dos dígitos bajo cero. 

¿A dónde vamos a parar?

Me temo que su desesperanza se va a incrementar con los acontecimientos que parecen van a ocurrir en su país. Una mayoría de los partidos de oposición han aceptado la petición de Nicolás Maduro, usurpador del poder en Venezuela, de descabezar a Juan Guaidó. A Maduro, el tener en frente a Guaidó, como presidente interino-aunque simbólico, le recordaba permanentemente su ilegitimidad. Maduro usurpa el poder en Venezuela. Su elección es nula, írrita. Pero, los opositores agrupados en Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, y algún otro partiducho decidieron complacer a Maduro, y asumo que no ha sido un acto “gratuito”.  El defenestrar a Guaidó tendrá consecuencias y todas negativas.  

Madura va a poder respirar aliviado, aunque sea por un ratico. Los opositores seguirán en una pelea fratricida ahora que están promoviendo unas elecciones primarias para elegir un candidato opositor único. La única manera que tienen para ganar simpatía será el convertir a Guaidó en su “chivo expiatorio”. Estos opositores consideran que tienen los kilates para destronar a Maduro en unas elecciones. El balance de esta inoportuna e irresponsable acción de los opositores será el multiplicar las ganas de emigrar de mayor número de venezolanos.

No tengo idea de a dónde irá a parar la desesperanza de los venezolanos.

Jesús Sánchez Meleán

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