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Morgan Smith
Claudia Sheinbaum ha logrado una victoria histórica en las elecciones nacionales de México, convirtiéndose en la primera mujer y judía en ser elegida presidenta en la historia del país. Asumirá el cargo el 1 de octubre y enfrentará una serie de desafíos, muchos de los cuales serán cruciales para los Estados Unidos. Es esencial, por lo tanto, que establezcamos una relación con ella que se enfoque en nuestros problemas comunes.
Los desafíos de Sheinbaum también son nuestros aquí en Norteamérica. Hay maneras de colaborar con ella. En 2023, hubo aproximadamente 74,000 muertes por fentanilo en EE. UU., y los cárteles mexicanos son responsables. Son extraordinariamente poderosos porque están fuertemente armados, en gran parte con armas de EE. UU. Sheinbaum debería presionarnos para controlar mejor el flujo de armas hacia México.
Un posible disuasivo sería la inspección aleatoria de vehículos que se dirigen al sur en nuestros puntos de entrada. Ambos países deberían trabajar juntos para encontrar tecnología que facilite la inspección de grandes vehículos en busca de drogas. Otro problema relacionado con el crimen es la educación. Conversamos con maestros de Guerrero instalados en tiendas de campaña en el Zócalo esperando hablar con líderes políticos sobre sus patéticos salarios.
Colaborando en el tema migratorio
Sin un gran énfasis en una mejor educación, ¿cómo se va a disuadir a los jóvenes de participar en el narcotráfico? En términos de inmigración, la disposición del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para controlar la frontera sur de México ha sido crucial para reducir el número de migrantes que buscan cruzar nuestra frontera. El presidente Biden ya se ha comunicado con la presidenta electa Sheinbaum para continuar esta relación.
Finalmente, en términos de comercio internacional, México es ahora nuestro mayor socio comercial, superando a China. Sheinbaum merece mejores garantías de que los camiones mexicanos no serán retrasados innecesariamente en la frontera de EE. UU. como lo ha hecho Texas. Estos pueden parecer pasos pequeños, pero no hay una respuesta mágica única para los problemas que enfrenta Sheinbaum. Ella es la mejor esperanza que México ha tenido en décadas.
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