Chihuahua

Otro truco publicitario de Abbott

ALAMBRES DE ABBOT| Cerca de alambres de púas no será suficiente para detener a los migrantes. (Foto/ EFE)

CUENTO MI RECORRIDO POR EL MURO DE ALAMBRE DE PÚAS DEL GOBERNADOR

Mi esposa Sherry y yo tuvimos la oportunidad de recorrer la extensión de la nueva “valla” de alambre de púas, o concertina, que Greg Abbott colocó entre el oeste de El Paso y hasta la frontera de Nuevo México. Comenzamos en Sunland Park, Nuevo México, giramos donde un letrero dice “American Eagle Brick Company” y recorrimos un camino sinuoso y lleno de baches que bordea el Río Grande y termina en la frontera mexicana. Luego, conducimos por el otro lado del muro siguiendo el Boulevard Paisano hacia El Paso.

Aunque el alambre era difícil de fotografiar, el objetivo del gobernador era claro y comete dos errores. Primero, no está ayudando a mantener a los migrantes fuera de Estados Unidos. Esta valla de alambre no representa mayor obstáculo para los migrantes. En lugar de detenerlos, trata de redirigirlos lejos de Texas, hacia arriba por el Río Grande y hacia Nuevo México. Cómo eso ayuda a lo que él llama seguridad nacional es difícil de entender. En segundo lugar, esta área no es la de alto tráfico de migrantes. La llega masiva se produce más al oeste.

Mientras estábamos allí, nos detuvimos junto a una reluciente camioneta nueva y encontramos a cuatro soldados estadounidenses de Arizona. Su tarea era vigilar la llegada de migrantes a través de la montaña en esa área. El problema es que los migrantes cruzan al amanecer, no a media tarde, y como mencioné antes, generalmente la llegada masiva se produce en otra área. Hace un año, el gobernador Abbott envió a la Guardia Nacional de Texas para bloquear el Río Grande en el área cercana al El Paso llamada Chihuahuita.

DIFÍCIL DE FOTOGRAFIAR| Cerca de alambre de púas va desde el oeste de El Paso y hasta la frontera de Texas con Nuevo México. (Fotos/ Morgan Smith)

Cámara de Representantes puede actuar

El problema entonces era que la Patrulla Fronteriza ya tenía esa área bajo control. Los soldados de Texas con sus vehículos y alambre de concertina podrían haber impresionado a algunos votantes de Texas, pero fue solo un desperdicio de dinero. Ahora, el gobernador Abbott puede marcar la diferencia. La Cámara de Representantes de los EE. UU, con nuevo presidente Mike Johnson, deberían votar a favor de la solicitud de financiamiento del presidente Biden para capacitar y contratar a más agentes de la Patrulla Fronteriza.

En dos oportunidades, de madrugada, he recorrido con la Patrulla Fronteriza en el área al oeste del “muro” de Abbott. He como los efectivos detienen a quienes cruzan ilegalmente. Forman una impresionante “muralla humana”, pero necesitan apoyo. Abbott podría hacer mucho bien reuniendo a los miembros republicanos de la delegación del Congreso de Texas y alentándolos a votar a favor de la solicitud de presupuesto de Biden. Abbott también podría desechar la idea de retrasar el cruce de camiones que vienen de México para buscar migrantes.

Estos retrasos causan un enorme daño económico a ambos países y son inútiles porque así no cruzan los migrantes; ellos cruzan a pie. También podría animar a su delegación a votar a favor de un programa de trabajadores temporales ampliado. Muchos de los que cruzan son hombres cuyo objetivo es encontrar trabajo temporal o estacional en áreas como la agricultura o la construcción, ganar mucho más de lo que pueden ganar en sus países y luego regresar a casa. Esto parece sencillo. Necesitan salarios dignos y nosotros necesitamos a los trabajadores.

MENOR NÚMERO DE MIGRANTES| La llegada de migrantes en el área de Juárez parece haber disminuído.

Visitando los albergues

En cuanto a la actividad de los migrantes, visitamos tres albergues en este viaje. Primero llegamos a la iglesia del Sagrado Corazón en El Paso. En ese lugar encontramos que la mayoría de quienes se refugiaban provenían desde Venezuela. Ellos esperaban en la calle para recibir comida para cenar. Noté que el número de migrantes era mucho menor que en las visitas anteriores. Luego llevamos mantas y ropa al albergue Respettrans en Juárez, donde había alrededor de cincuenta refugiados en total.

En meses anteriores, habíamos encontrado en este otro refugio, entre 150 a 200 migrantes, todos esperando entrevistas de asilo con funcionarios de los EE. UU. Por último, nos detuvimos en las instalaciones de migrantes Punto Beta ubicadas en la estación de bomberos en Palomas, México, a unas 70 millas al oeste de El Paso. Allí no había migrantes allí. Estos son indicadores que el flujo de migrante cambia constantemente. Lo importante es que sí existen soluciones para su manejo y deberían ser bipartidistas.

Dejemos de hacer alardes y pongámonos manos a la obra.