Matanza de Putin en Bucha causa consternación

Matanza de Putin en Bucha causa consternación

EN SU SALIDA DE BUCHA| Rusos masacraron a la población civil.(Foto/EFE)

REFUGIADA EN ESPAÑA CUENTA SU EXPERIENCIA

Redacción El Comercio de Colorado

La refugiada ucraniana Veronika Pershyna asegura que cuando salió de Bucha el pasado 10 de marzo, hace casi un mes, “ya había muchísima gente muerta” en las calles de su ciudad. Sin embargo, Pershyna se mostró muy sorprendida porque cuando ella salió “no vio tanto como ahora” cuando los rusos la abandonaron esa región.

Pershyna declara que es necesario que “el mundo sepa que los rusos no solo matan, también torturan”, “roban”, “violan a chicas” y disparan a los coches de refugiados que huyen. De esta forma murió la abuela de una amiga. “Toda la familia de mi amiga salía de la ciudad en un autobús y vimos cuando los rusos les dispararon. A nosotros los robaron la comida”, contó.

Norte de España, su destino

La localidad de Bucha, a unos sesenta kilómetros de Kiev, fue ocupada por las fuerzas rusas durante las semanas de asedio a la capital ucraniana. Las imágenes de fosas comunes y cadáveres en las calles se han difundido tras la retirada de las tropas invasoras, en el repliegue de Rusia hacia el este de Ucrania.

Pershyna, de 27 años, llegó a Getxo, norte de España, con su madre y reside con la familia del marido de una amiga de Bucha. La joven ucraniana, que ha dejado en su país a su padre y a su marido, señala que ya “casi no hay nada en Bucha” y que su apartamento, la escuela que regentaba y las casas de sus padres y de sus abuelos han sido destruidos.

Matanza de Putin en Bucha causa consternación

No hay rusos buenos

“No tengo niños, pero estaba muy feliz y llegaron los rusos, mataron a la mitad de los ciudadanos, destruyeron las casas y todo lo que nosotros tuvimos y ahora no voy a decir que hay rusos buenos”, manifiesta. En su opinión, “no hay rusos buenos y queremos matar a cada persona que llegó desde Rusia, porque cada ruso en mi país es un niño ucraniano muerto”.

La joven explica que durante estas últimas semanas de ocupación rusa sus amigos y familiares de Bucha solo le decían que “estaban vivos”, ya que evitaban hablar por el móvil para no ser localizados por los rusos. “Ahora pueden hablar y dicen que la ciudad está destruida, con muchos vecinos muertos y cuerpos en la calle”, afirma.