Garantizan tratamientos para mujeres trans en cárceles

Taliyah Murphy| Alcanzó su libertad en 2020, pero hasta diciembre de 2023, había 148 mujeres trans en cárceles de Colorado. (Foto/KFF)

AMPLIARÁN ATENCIÓN A SALUD MENTAL

Redacción El Comercio de Colorado

Versión de reporte de KFF Health News

Taliyah Murphy recibió una carta a principios de 2018 sobre una demanda colectiva que se iba a presentar en nombre de mujeres transgénero como ella que estaban en cárceles de hombres en Colorado. Aquel mensaje le trajo esperanza. Murphy y otras mujeres trans en el estado han enfrentado años de acoso sexual y, a menudo, violencia por parte del personal y de otras presas.

Según la demanda, se les negó solicitudes para vivienda más seguras y tratamiento médico, incluyendo la cirugía para la disforia de género, la angustia psicológica que algunas personas trans experimentan debido a la incongruencia entre su sexo asignado al nacer y su identidad de género. “Éramos objetos para victimizar”, dijo Murphy, quien salió en libertad en 2020, describiendo la inacción de los guardias.

En un hito para los derechos de las personas transgénero en cárceles, un acuerdo legal en Colorado busca mejorar significativamente las condiciones de atención y vivienda para mujeres trans recluidas en instalaciones de hombres. La iniciativa, liderada por Taliyah Murphy y abogados de derechos civiles, establecería unidades de vivienda voluntaria exclusivas para mujeres trans, con un enfoque en la seguridad y el acceso a tratamientos médicos adecuados.

Contenido del acuerdo

Este decreto de consentimiento, que se espera finalice a principios de marzo 2024, marca un cambio significativo en la forma en que se aborda la atención y seguridad de las personas trans en el sistema penitenciario. Además de la creación de nuevas unidades de vivienda, el acuerdo incluye la actualización de protocolos, capacitación para el personal y el uso correcto de nombres y pronombres para reclusas trans.

El plan delineado en el acuerdo, que recibió la aprobación preliminar el otoño pasado, también establece la compensación de $2.15 millones para mujeres trans afectadas, así como mejoras en la atención médica y de salud mental. Se espera que esta iniciativa no solo beneficie a las mujeres trans actualmente en prisión, sino que también siente un precedente para futuras mejoras en todo el país.

Discriminación por sexo

Las asignaciones de vivienda en las cárceles de Estados Unidos se hacen casi exclusivamente en función de la anatomía de una persona, a pesar de que una ley federal establece que las preocupaciones de seguridad para las personas trans deben tenerse en cuenta al determinar adónde se las asigna. Eso se debe a que tienen muchas más probabilidades que los reclusos que no son trans de sufrir agresión sexual o física durante su tiempo en prisión.

“Es como ponerles un blanco en la espalda”, dijo Paula Greisen, abogada que presentó la demanda colectiva en 2019 junto con el Centro Legal Transgénero. El Departamento de Justicia de Estados Unidos encontró en 2014 que las personas trans en prisión tienen muchas más probabilidades de experimentar violencia sexual tras las rejas tanto del personal como de otros presos. Un 35 por ciento de los reclusos trans han reportado agresiones.