Conozca sobre los Seguros de Cuidado a Largo Plazo

Conozca sobre los Seguros de Cuidado a Largo Plazo

EVALÚA LA COMPRA DE UN SEGURO DE SALUD A LARGO PLAZO| Jewell Thomas con su hija, Angela Jemmott. (Foto/ Cortesía KPP)

EXPLICANDO CÓMO SE ADQUIEREN

Jordan Rau/ KFF y The New York Times

Si tiene un alto ingreso, seguramente, va a poder recibir ayuda en su hogar o cuidado en una residencia asistida o un hogar de ancianos. Si eres una persona de bajos recursos, puedes recurrir a Medicaid para hogares de ancianos o asistentes en el hogar. Pero si eres de clase media, tendrás que decidir si compra o no un seguro de cuidado a largo plazo. Es una decisión más compleja que para otros tipos de seguros.

¿Cuál es la diferencia entre el seguro de cuidado a largo plazo y el seguro médico?

El seguro de cuidado a largo plazo es para personas que pueden desarrollar problemas cognitivos permanentes como la enfermedad de Alzheimer o que necesitarán ayuda con tareas básicas diarias como bañarse o vestirse. Puede ayudar a pagar asistentes personales, cuidado diurno para adultos o vivienda institucional en una residencia asistida o un hogar de ancianos. Medicare no cubre estos costos para los enfermos crónicos.

¿Cómo funciona?

Las pólizas generalmente pagan una tarifa fija por día, semana o mes, por ejemplo, hasta $1,400 a la semana para asistentes de cuidado en el hogar. Antes de comprar una póliza, pregunta qué servicios cubre y cuánto paga por cada tipo de cuidado: en un hogar de ancianos, en residencia asistida, en servicio de cuidado personal en el hogar o cuidado diurno para adultos. Algunas pólizas pagarán a familiares que brinden cuidado. Pregunta quién califica.

¿Cuánto cuesta?

En 2023, un hombre de 60 años que compra una póliza de $165,000 típicamente pagaría alrededor de $2,585 anuales por una póliza que crece al 3% anual por inflación. Una mujer de la misma edad pagaría $4,450 por la misma póliza porque las mujeres tienden a vivir más y tienen más probabilidades de usarla. Cuanto mayor sea el ajuste por inflación, más costará la póliza.

Si una empresa ha estado pagando más de lo previsto, es más probable que suba las tarifas. Debes averiguar si la aseguradora está solicitando al departamento de seguros del estado aumentar las tarifas para los próximos años, y, de ser así, cuánto, ya que las empresas no pueden aumentar las primas sin permiso. Puedes encontrar contactos con el departamento de seguros de tu estado.

¿Debería comprarlo?

Probablemente no valga la pena el costo si no eres dueño de tu hogar o no tienes una cantidad significativa de dinero ahorrado y no tendrás una pensión considerable además de la Seguridad Social. Si eso te describe, es probable que califiques para Medicaid una vez que gastes lo que tienes. Pero el seguro puede valer la pena si el valor de todos tus ahorros y posesiones, excluyendo tu hogar principal, es al menos de $75,000. 

Incluso si tienes ahorros y cosas valiosas que puedes vender, debes pensar si puedes costear las primas. Si bien las aseguradoras no pueden cancelar una póliza una vez que te la han vendido, pueden —y a menudo lo hacen— aumentar la tarifa de prima cada año. El grupo de comisionados de seguros dice que probablemente solo debas considerar la cobertura si es menos del 7% de tu ingreso actual y si puedes pagarlo aun cuando la prima aumente un 25%.

Muchas aseguradoras están vendiendo pólizas híbridas que combinan seguro de vida y seguro de cuidado a largo plazo. Estas son populares porque si no usas el beneficio de cuidado a largo plazo, la póliza paga a un beneficiario después de tu muerte. Pero en comparación con las pólizas de cuidado a largo plazo, las pólizas híbridas “son aún más caras, y la cobertura no es excelente”, dijo Howard Bedlin experto en materia de seguros de salud.

¿Cuándo debería comprar una póliza?

Esperar demasiado y es posible que hayas desarrollado condiciones médicas que te hagan demasiado riesgoso para cualquier aseguradora. Comprar demasiado temprano y puedes estar desviando dinero que sería mejor invertir en tu cuenta de jubilación, la matrícula de tus hijos u otras prioridades financieras. Según el experto Jesse Slome, el “punto óptimo” es cuando tienes entre 55 y 65 años.

¿Cuándo puedo aprovechar los beneficios?

Las pólizas a menudo requieren evidencia de que necesitas ayuda con al menos dos de las seis “actividades de la vida diaria”, que son: bañarse, vestirse, comer, poder levantarte y moverte, continencia y poder llegar y usar el baño. También puedes hacer uso de tu póliza si tienes un diagnóstico de demencia u otro tipo de deterioro cognitivo. Las compañías de seguros generalmente enviarán a un representante para realizar una evaluación.


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