Calvario de la tercera edad

Calvario de la tercera edad

ARIZONA

Latinos de la tercera edad elegibles para ponerse la vacuna se topan con una gran barrera. Desde que el Departamento de Servicios de Salud de Arizona abrió citas para la vacuna contra la covid-19 para personas de 65 años o más gran cantidad de familias viven un “calvario”. Se quejan de que falta claridad informativa para programar una cita y de lo tardado de los sitios para reservar la cita. Todo ello aunado a que la mayoría de los adultos mayores no cuentan con una computadora.

Amigos, vecinos y familiares

Francisco Aguilar, de 35 años, se encargó de concretar las citas a seis de sus familiares, quienes desconocían los métodos y las plataformas para registrarse y obtener la vacuna.

“Sin mi ayuda hubiera sido imposible que lo lograran debido a lo confuso de la información y lo tardado de acceder a los sitios que promueve el estado, la espera se alargaba por horas”, advirtió a Efe Aguilar.

Además, explicó, buena parte de los horarios en los que más fácilmente se consigue cita son en la madrugada, lo que “dificulta” todavía más la tarea para los adultos mayores.

Esta situación también la vivieron los familiares de Frank Ramírez, de 97 años, quien, a pesar de ser asistido por sus hijos y sobrinos, no logró concretar una cita pese a semanas de trabajar en el intento.

“Mi hermano y mi sobrino tenían semanas intentándolo, es muy difícil y dijimos ‘a la fregada’, mejor lo seguimos cuidando en casa. Me han dicho que lo lleve a vacunarse sin cita, pero es un hombre muy mayor que sufre de incontinencia y no puede esperar por horas”, relató a Efe su hija, Stephanie Johnson.

A ella le preocupa la vulnerabilidad en la que se encuentran miles de ancianos: “Te imaginas si nosotros, que somos tercera generación en Estados Unidos, conocemos el idioma, el sistema, y no pudimos lograrlo, no quiero ni pensar en la gente sin apoyo”.

Campaña de vacunación

En EE.UU. se han administrado más de cerca de 43 millones de dosis de la vacuna, de acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, pero Margarita Molina, que superó el coronavirus, pero todavía no ha recibido la dosis.

“Me han dicho que las van a distribuir en las farmacias, ya si en la clínica me dicen que la busque, pues la busco”, dijo a Efe la mexicana de 65 años.

La situación de Molina es similar a la de miles de adultos mayores, quienes representan una de las poblaciones más vulnerables y que siguen esperando a que se avance en los planes de vacunación para poder tener mayor y más sencillo acceso a las ansiadas dosis.

Y es que no todos los estados ofrecen la posibilidad de vacunarse a los que tienen 65 años y, a fecha del 1 de febrero, solo 29 estados y el Distrito de Columbia habían ampliado la elegibilidad para las vacunas contra la covid-19 para incluir a este grupo de personas.

Uno de ellos es Illinois, donde Jorge Castellanos explicó a Efe que durante varios días se armó de paciencia para actualizar cada poco tiempo la página web habilitada por las autoridades estatales para pedir cita hasta que por fin pudo encontrar una hora para poder inocularse.

Y en Florida, el cubano Reinaldo Monasterio, de 90 años, tuvo que recurrir a un vecino, para que le ayudase a pedir su cita, porque él se veía incapaz de hacerlo en su vieja computadora, que, además, está medio malograda.

“Había oído que había que esperar meses, quizás, para conseguir la cita, y yo me pregunté ‘Cómo yo hago, por dónde empiezo’, y ahí apareció el ángel (el vecino) para ayudarme”, explicó a Efe.

Mientras tanto, por causas similares, miles de ancianos se quedan rezagados en su intento por vacunarse, debido a una campaña de vacunación marcada por su lentitud y en la que empieza a haber denuncias de disparidad racial.

Según datos de los CDC, en el primer mes de vacunación, del 14 de diciembre de 2020 al 14 de enero, el 11,5 % de los que había recibido al menos una dosis eran latinos y el 60,4 % eran blancos, aunque los hispanos representan el 18 % de la población del país.

Críticas

Por lo pronto, en las redes sociales donde las dependencias de salud de Arizona anuncian la tan ansiada vacuna, las quejas se leen por centenares, como en la del Gobierno del Condado de Yuma.

“Estuvimos en línea durante dos horas y todo lo que conseguimos es que no hay eventos programados. Este sistema obviamente no funciona”, dijo Marilyn, una de las usuarias que dejó su crítica.

Con parecido estado de ánimo se mostró John Barrett, quien fue rotundo al decir: “No, en serio. Es prácticamente imposible programar una cita”.

Mientras, el número de personas que mueren por la covid-19 sigue subiendo y en Estados Unidos son ya 463.000, de los cuales el 81 % corresponde a personas mayores de 65 años, según datos de los CDC.


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