No hay mal que dure cien años

No hay mal que dure cien años

Jesús Sánchez Meleán

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Hay un refrán popular que dice: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”. Pues bien, parece que Bashar al Asad ha demostrado que no solo los males tienen un límite, sino también la paciencia de un pueblo entero. Ese régimen, que comenzó con Háfez al Asad en 1971 y que su hijo Bashar prolongó hasta finales del 2024, finalmente cayó bajo el peso de sus crímenes y fracasos.

Durante más de cinco décadas, Siria vivió bajo el yugo de esta dinastía, que en los últimos 10 años dejó un saldo desgarrador: 300,000 muertos; 20,000 presos politicos; y 6 millones de refugiados. Y no olvidemos las 106 veces que el régimen de Al Asad utilizó armas químicas desde 2013 contra sus opositores, incumpliendo tratados internacionales y dejando un legado de horror que ni los más cínicos aliados como Rusia e Irán pudieron justificar.

Y hablando de aliados, aquí es donde la caída de Al Asad nos deja una lección valiosa. En América Latina, tenemos un régimen que parece estar leyendo del mismo manual. El chavista Nicolás Maduro ya lleva 2,500 presos políticos solo en los últimos cuatro meses. Al igual que Al Asad, Maduro también cuenta con el respaldo de Rusia, Irán y, para nuestra desdicha, el silencio cómplice de algunos gobiernos de la región como México.

La historia nos ha enseñado que todo mal tiene su fecha de caducidad. Al Asad no logró sostener su dictadura por más aliados poderosos que tuvo. Maduro y los chavistas deberían tomar nota de que sus días también están contados. Y quién sabe, quizá pronto lo veamos solicitando asilo en Moscú. Putin, su amigo y mentor, se lo concederá tan rápido como otorgó el de Al Asad. Quizá, Putin le mande un avión para sacarlo de Venezuela.

Al llegar a Rusia, Maduro hasta podría compartir historias sobre la práctica del autoritarismo con su viejo amigo Bashar. La caída de Al Asad no solo es una victoria para el pueblo sirio, sino también un recordatorio de que, como dice el refrán, “No hay mal que dure cien años”. Y para los venezolanos, que han soportado 25 años de chavismo, ese día también llegará. Al final, ni los más tiranos pueden resistir el peso de su propia historia.

Jesús Sánchez Meleán

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