Jóvenes de Irak se abstendrán de votar

Jóvenes de Irak se abstendrán de votar

AHORA TIENEN MIEDO| Los jóvenes se movilizaron políticamente en 2019. (Foto/EFE)

SIENTEN MIEDO Y DESESPERANZA ANTE EL FUTURO

Redacción El Comercio de Colorado

Muchos jóvenes iraquíes, que representan casi dos tercios de la población del país árabe, no acudirán a las urnas para elegir un nuevo Parlamento. Ellos siente desafección y desesperanza en un futuro mejor. Por otro lado, los jóvenes iraquíes tiene además temor a la violencia, a las amenazas e incluso los intentos de asesinato que vienen sufriendo.

Los comicios presidenciales que se celebran son un logro de las protestas antigubernamentales masivas que sacudieron Irak hace dos años y que fueron protagonizadas por los jóvenes. Después de los más de 600 muertos en las manifestaciones y varios asesinatos selectivos, este colectivo clave dará la espalda a las urnas.

Promesas incumplidas

A sus 20 años, Wahad Abdalá Nayim se tiene que pasear en silla de ruedas por Bagdad después de que recibiera un disparo por la espalda durante la oleada de protestas que estalló en octubre de 2019. Es uno de los más de 20.000 heridos que dejaron las violentas manifestaciones, que prosiguieron de forma más o menos intensa hasta principios de 2020.

Rodeado de sus amigos, que empujan su silla de ruedas, recuerda decepcionado la promesa que le hizo el nuevo Gobierno surgido tras las protestas: financiarle un tratamiento en el extranjero, pero no se ha cumplido, lamenta este joven activista, quien incluso se reunió con el primer ministro, Mustafa al Kazemi, el mes pasado.

Revivir la revolución

“Su Gobierno es exactamente como los otros. Queremos un cambio radical en el sistema político, pero lo cierto es que este cambio no vendrá con las elecciones, que no conducen a nada”, dice desde la céntrica plaza Tahrir de Bagdad, epicentro de las protestas que exigían mejores servicios públicos y oportunidades laborales.

De acuerdo a cifras oficiales, en Irak, alrededor del 60 por ciento de la población es menor de 25 años. Mientras, la edad promedio es 21 años, un activo que el país es incapaz de explotar y se traduce en una tasa de desempleo juvenil de casi un 40 por ciento. El pasado 1 de octubre, tan sólo pocos cientos de personas intentaron resucitar la llamada “revolución de octubre”.