Visibilizar lo invisible

Visibilizar lo invisible

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Por: Carolina Aguirre O.

Son invisibles las enfermedades mentales ya que en su mayoría carecen de síntomas físicos. Nada más lejos de la realidad el que estas enfermedades se consideren inexistentes. La OMS indica que 450 millones de personas en el mundo tienen problemas de salud mental que afectan gravemente su vida diaria siendo los más comunes la ansiedad y la depresión.

Además, se estima que 1 de cada 4 personas enfrentará un trastorno mental en algún momento de su vida y entre el 35 por ciento y el 50 por ciento no recibirán ni recibirán ningún tratamiento o no el tratamiento adecuado. A pesar de todo esto, el tema sigue siendo un tabú y muchas personas enfrentan estos padecimientos en silencio y sin el apoyo y comprensión.

Hay que hablar y actuar sobre la salud mental. En medio de las conversaciones actuales se puede concluir que existe una profunda conexión entre DEI y la salud mental. El trabajo puede proteger o dañar la salud mental. Ambientes laborales seguros y saludables son fundamentales y mejoran la retención de personal, el rendimiento y la productividad.

La falta de apoyo en el trabajo para quienes tienen condiciones de salud mental puede afectar su bienestar y rendimiento. La falta de atención incluso impide que las personas consigan un empleo en primer lugar. Según la OMS quienes padecen de trastornos mentales graves tienen más probabilidades de ser excluidos del empleo, y de ser objeto de trato desigual.

El desempleo, la inseguridad laboral y financiera y la pérdida reciente del empleo incremental el riesgo de suicidio. Es importante resaltar que la salud mental nos afecta de manera diferente y puede ser analizada según factores demográficos. Investigaciones de la Universidad de Columbia sugieren que en Estados Unidos un adulto negro tiene un 20 por más de probabilidad de enfrentar un problema grave de salud mental que un adulto blanco.

En cuanto al acceso a la atención, la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA) informa que, de los adultos que accedieron a servicios de salud mental durante un año, el 16.6% eran blancos, el 15.6% eran indígenas, americanos o nativos de Alaska, el 8,6% eran negros, el 7,3% eran hispanos y solo el 4,9% eran asiáticos.

Las organizaciones deben ofrecer atención de salud mental efectiva, accesible y culturalmente adecuada. Los líderes deben estar educados y capacitados para abordar estos temas. Se debe reducir el estigma en torno a la salud mental, y el acceso a los programas de asistencia y beneficios de salud mental debe ser claro.

“La mejor forma para que los trabajadores apoyen a sus trabajadores podría ser pasar menos tiempo hablando sobre salud mental y más tiempos centrados en cultivar una cultura organizacional que inspire acciones que mejoren la salud mental”, dice la publicación Harvard Business Review. Entre estas acciones se citan el fomentar actos de bondad hacia otros, promover el ejercicio físico y darle un significado mayor al trabajo. La salud mental debe ser una prioridad.

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