Abbott construye su muro flotante contra migrantes

PREVENIR EL PASO DE MIGRANTES| Las boyas están cubiertas por unas púas. (Foto/EFE)

INSTALADAS EN EL RÍO BRAVO POR EAGLE PASS

Redacción El Comercio de Colorado

Activistas y residentes del sur de Texas denunciaron que la instalación de una barrera flotante en el Río Grande, en la frontera de México y EE. UU., para impedir el cruce de migrantes indocumentados causará daños ambientales al alterar el flujo del afluente. El gobernador Greg Abbott ordenó la colocación de una ristra de boyas de más de 300 metros de largo.

Cuando firmaba sus medidas para frenar la inmigración ilegal, entre ellas la designación de los cárteles mexicanos como “grupos terroristas”, el gobernador de Texas aseguró que las boyas impedirán que la gente llegue a la frontera. Cada una tiene alturas distintas, pero la mayoría son de 1,2 metros y van ancladas al fondo.

“Las boyas son otro intento de militarización de nuestra frontera que tiene un impacto en el río. Al igual que la cerca federal, estas boyas cambiarán la forma en que fluye el agua y, por lo tanto, cambiarán el curso mismo del río”, se quejó Adriana Martínez, geomorfóloga fluvial que ha publicado estudios sobre el efecto de la construcción de barreras en la frontera.

En Eagle Pass

La primera sección del río donde se han instalado las boyas es en Eagle Pass. Esta es un área que el jefe del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Stven McCraw, ha calificado como “el centro de gravedad para el contrabando”. Las autoridades aplanaron una isla cerca del Parque Shelby en esa ciudad de 30.000 habitantes para facilitar la instalación de las boyas.

Álex Flores, un filmógrafo de Eagle Pass, dijo que “es necesario saber qué permiso ha obtenido el gobierno del estado de Texas para demoler una isla que altera el ecosistema y el flujo del río”. “¿Qué estudios se hicieron para medir el impacto ambiental o para demostrar que esos esfuerzos disminuyen los cruces de la frontera?”, preguntó Flores.

El cineasta continuó, “están operando sin consideración para el impacto sobre la comunidad o las leyes que protegen nuestro ambiente”. Jessie Fuentes, maestra retirada, sostuvo que “el Río Grande es un río, con vida silvestre, protegido por leyes federales y, como beneficiarios de esta fuente de agua que sustenta la vida, debemos protegerlo y respetarlo”.

Con púas

Las boyas están unidas, una al lado de la otra. El objetivo de esa configuración es que al estar conectadas van a poder flotar en el medio del río. Cada una de las boyas están recubiertas con púas. Las boyas se suman al alambre de púas que ya existe en la orilla texana del río, así como a unos contenedores de carga que fueron puestos descargados para hacer una barrera.