Raros especímenes

Raros especímenes

Jesús Sánchez Meleán

El público norteamericano, y planetario, está por saber si los humanos somos o no los únicos seres vivo e inteligentes en el universo. En pocos días va a tener lugar una sesión en el congreso de EEUU para conocer las conclusiones de un reporte del Pentágono sobre los objetos voladores no identificados (ovni). Para ese reporte se ha venido recabando información relaciona con de miles de avistamientos de ovnis

Ante una abrumadora cantidad de datos y evidencia, los congresistas exigen una explicación. Los funcionarios del Pentágono van a tener que aclarar si estos avistamientos son el resultado de una tecnología aeroespacial muy avanza que han desarrollo los terrestres científicos rusos o chinos. O deben explicar si esta evidencia permite concluir que los “marcianos” llegarán pronto, y que llegarían, “bailando el chá-chá-chá”.

En la última década, en al menos tres oportunidades, voceros del Pentágono han emitido curiosas declaraciones sobre los ovni. Para muchos, incluido yo, estas afirmaciones parecieran estar preparando a la humanidad para un hecho novedoso y alucinante. Me refiero a una posibilidad sobre la existencia de vida inteligente más allá de nuestra frontera terrestre. Este tema, no menor, llegaría a adquirir un carácter existencial y filosófico.

Mientras esperamos noticias sobre los extraterrestres, yo paso a prestar atención a otros especímenes, pero terrestres. Estos otros especímenes me desvelan tanto o más que aquellos venidos del espacio porque percibo que estos terrestres tendrán consecuencias terriblemente devastadoras inmediatas. Yo me refiero a la llegada al poder en el Perú de unos especímenes  de extrema izquierda radical.

Según la encuesta Ipso, Pedro Castillo, candidato de Perú Libre, tiene una ventaja de 11 por ciento por encima de su oponente Keiko Fujimori. Castillo estaría recibiendo apoyo del 68 por ciento de los votos en el centro del país y el 58 por ciento de los votos en la región sur. Su apoyo se mantiene sólido en la región amazónica, con un 45 por ciento de los votos, y en la zona norte con 41 de los votos. Solo en Lima, Castillo no supera el 30 por ciento.

Esas tendencias pudieran cambiar en las próximas siete semanas antes de la segunda vuelta presidencial. Pero, debo ser claro, los fenómenos electorales populistas, como el de Castillo, son lo más parecido a un enamoramiento juvenil. El adolescente que se enamora enceguece. No ve defectos en el ser amado y hasta busca explicaciones inconsistentes para rasgos que no se puede ocultar.

Al 42 por ciento de los peruanos no les importa que Castillo sea comunista-maoísta. Eso significa que el cuasi presidente de el Perú profesa la ideología política más atrasada, irreal, ridícula e irresponsable de todo el continente americano. El cuasi presidente peruano asegura que va a fomentar la lucha de clases. Él entiende su victoria como la toma del poder por el “proletariado” que llega para dominar a los “burgueses” que lo van a querer frenar.

Y es más dramático aun el que un 16 por ciento de los peruanos aseguren que harán como “Pilato”. Ese porcentaje de personas aseguran que van a votar en blanco permitiendo que Castillo y toda la plaga que lo acompaña lleguen al poder con una constitución que van a destruir como acto seguido. Castillo no oculta que va a utilizar la formula chavista de convocar a una “asamblea constituyente” para “refundar al Perú”.

Yo esperaría que al menos el 11 por ciento de los hermanos peruanos que no se han decido a votar puedan frenar la tendencia ascendente de la marabunta del partido Perú Libre. Este nuevo gobierno en el Perú, tienen planes expresos de expropiar y nacionalizar cuanta empresa privada exista en el país andino siguiendo el pésimo ejemplo de el héroe de Castillo, el extinto y bien enterrado Hugo Chávez.

De estos especímenes caminando por el territorio peruano hay que cuidarse. La elección de Castillo seria nefasta. Seguiremos tocando el tema.

Jesús Sánchez Meleán

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