Santa responde

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Jesús Sánchez Meleán

Mi muy apreciado Donaldo :

No es mi costumbre el responder a ninguna de las cartas que recibo desde todos los continentes del mundo. Es un asunto práctico. Yo tendría que tener una legión de asistentes para poder leer y dar respuesta a las cartas que me llegan en mandarín, indoneso-malayo, árabe o bengalí. Créame, desde los lugares donde se hablan esos cinco idiomas, hay gente que me envía cartas.

Debe saber usted que esas cartas no son muy diferentes a la suya. Son muchos los que me escriben para quejarse. Hay mucha gente obstinada por la forma en la cual los tratan sus gobiernos y piensan que yo tengo conexiones que pueden ayudar a cambiar esa situación. Yo no contrarío ese pensamiento. Como son quejas tan generales, yo prefiero que esas personas usen su confesión conmigo como una catarsis liberadora que les ayude en el duro vivir.

Si yo pudiese les daría un consejo a esas personas. Y ese consejo es extensivo a usted. Creo que hay que tomarse la vida sin tanto drama. No veo la razón para entrar en una pelea y sin haberla terminado comenzar una nueva batalla profiriendo insultos. Usted tiene por lo menos cinco años en conflicto con cualquier mosca que se mueva. Primero la agarró con el senador Marco Rubio. Lo llamó “enanito”, es decir bajito, de poca estatura. Eso me parece una descortesía.

Luego, usted criticó el cabello de otro senador, Rand Paul. Sobre este senador y odontólogo dijo que tenía un fleco, o copete, horrible. No me da risa. Después, usted descalificó al cuarto senador. Sobre Ted Cruz afirmó que estaba casado con una mujer “muy fea”. Eso le quedó bien mal a usted. No conforme con eso, usted llegó a burlarse de la forma de hablar del senador Jeff Sessions. Según usted, el tono sureño de Sessions era de poca categoría.

Sus insultos con tan poca cortesía no se han detenido. Hace pocos días usted dijo que a William Barr, su más reciente Fiscal General, le faltaba coraje. Usted quiso implicar que a este alto funcionario de EEUU le falta la testosterona. Se pasó de la raya. Y hace horas, usted llegó a descalificar a Mitt McConnel, líder republicano del Senado,  por ser viejo y por lo tanto tener poca energía. Todos esos insultos usted se lo propinó a gente de su partido.  

Entonces, ¿por qué se asombra de la rebelión contra usted que está teniendo lugar en el Senado de los Estados Unidos? A sus compañeros de partido, parece que les llegó el momento de cobrarse los insultos recibidos. No dude que todos aquellos a los que usted criticó por ser como son le van a pasar factura. Cálmese. Deje las peleas. Concéntrese en lo que será su vida después del 20 de enero. Está bendito. Vivirá en la tierra de Mickey Mouse.

El tener esta conversación epistolar con usted me ha inspirado. Ahora puedo ser más sincero. Ahora me atrevo a decirle a millones de mis seguidores que ni en navidad ni en el día de reyes van a recibir los PlayStation 5 que pidieron. Les recomiendo que vuelvan a pedir esa consola de juego para las fiestas del 2021. A esas personas le recomiendo que se conformen con unos lentes de realidad virtual, Oculus Rift, o con un televisor OLED.

Dicho esto, me voy a dirigir ahora a los 73 millones de sus seguidores que me han escrito. No los puedo complacer. Su candidato a la presidencia de su país perdió las elecciones ante una victoria indiscutida y aplastante del candidato opositor. Todos los estados certificaron los resultados electorales. Todos los juicios intentados en los tribunales fueron descartados por falta de mérito. El 6 de enero, el vicepresidente de su nación, contará los votos del colegio electoral y proclamará presidente al otro candidato que no es el suyo. Vuelvan a pedir por un nuevo presidente en el 2024.

 

Jesús Sánchez Meleán

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