Los últimos “reyes” olímpicos

Los últimos “reyes” olímpicos

LAS OLIMPÍADAS SE DEBÍAN ESTAR REALIZANDO EN TOKIO

En ausencia del gran acontecimiento deportivo que iban a ser los Juegos Olímpicos de Tokio, lo que el virus no ha impedido es recordar a los últimos grandes reyes del olimpismo.

Usain Bolt se retiró en agosto de 2017 como el mejor atleta de la historia, aunque no como el que más medallas olímpicas consiguiera. El jamaicano que cuenta con ocho preseas de oro es el rey de la velocidad. Este es el hombre más rápido del mundo como certificó batiendo los récords de 100 (9,58 segundos) y 200 metros lisos (19,19 segundos), aún en su poder. Bolt demostró su gran desempeño en Pekín 2008; Londres 2012; y Río de Janeiro 2016.

Será difícil que algún atleta supere su historial y la impronta que dejó en el mundo del deporte. Los Juegos de Tokio 2020, aplazados a 2021, eran los primeros sin Usain Bolt y la ocasión para nombrar un sucesor, un “reinado” abierto desde la retirada del jamaicano en el que han ido apareciendo candidatos, principalmente el estadounidense Christian Coleman, campeón del mundo en Doha 2019, el atleta que más cerca puede estar de Bolt pero “de ninguna manera superarle”, indican los expertos.

Los últimos “reyes” olímpicos

Desde su retirada hace tres años, Usain Bolt se ha volcado en sus contratos publicitarios, ha intentado cumplir su sueño de ser futbolista, un empeño que le llevó a jugar algunos partidos con el CC Mariners australiano durante 2018, y ha sido padre, su mejor “medalla”. El pasado 17 de mayo, Bolt y su pareja Kasi Bennett fueron padres de Olympia Lightning Bolt, quien el atleta presentó días después en las redes sociales.

Para mí, ser padre es nuevo, pero realmente lo estoy disfrutando”, dijo Bolt.

La experiencia de la depresión

Un año más, 35, son los que tiene otra leyenda del deporte olímpico, el estadounidense Michael Phelps. Si Bolt ha dejado una huella imborrable, lo que ha logrado Phelps supera todo lo razonable. El nadador de Baltimore es el deportista más laureado del olimpismo, con 28 medallas, 23 de ellas de oro, conseguidas en las últimas cuatro ediciones de los Juegos. Todo lo que se recuerda de Phelps es mayúsculo. En su participación en Atenas 2004 consiguió seis oros y dos bronces.

Mientras, en Pekín 2008, obtuvo ocho oros –una gesta que sólo él ha logrado. Siguió en Londres 2012 con cuatro oros y dos platas. En Río de Janeiro 2016, en su despedida olímpica, se subió seis veces más al podio para recoger cinco oros y un bronce. Fue genial en las disciplinas de estilo, mariposa y libre, y excelente competidor en las pruebas de relevos.

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Michael Phelps arrinconó a otros grandes nadadores como Mark Spitz, Matt Biondi o Ryan Lochte.

Su retirada, tras los Juegos de Río de Janeiro, ha dejado un espacio irreemplazable en la natación como ocurrió en el caso de Bolt en el atletismo. Phelps reside en Arizona junto a su esposa, Nicole Johnson, que fuera Miss California, y sus tres hijos, Boomer, Beckett y Maverick. El ex nadador ocupa su tiempo haciendo deporte, principalmente nadar y montar en bicicleta. En 2019 dijo que estaba en mejor peso que cuando participó en Río de Janeiro, bromeando sobre su participación en Tokio 2020.

Además, Phelps se ha volcado en la fundación que lleva su nombre, dedicada a dar posibilidades a los niños de países con falta de infraestructuras para que aprendan a nadar. También, en los últimos meses ha ayudado a otros deportistas a salir de la depresión, apoyándose en su propia experiencia, ya que el ex nadador sufrió una fuerte depresión entre los Juegos de Londres y de Río de Janeiro. “Comparto mi historia intentando salvar vidas y hacer saber a otros que no están solos”, confesó.

La Comanecci del siglo XXI

Si Phelps ha pasado por importantes problemas de salud, la experiencia de la gimnasta Simone Biles no queda atrás. La mejor gimnasta del siglo XXI, aún en activo, ganadora de cinco medallas –cuatro de oro- en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, ha tenido una vida marcada por los presuntos abusos sufridos por parte del doctor Larry Nassar. Biles es una más de las gimnastas con la que trabajaba el citado doctor, condenado a cadena perpetua por abuso sexual de decenas de jóvenes deportistas.

Los últimos “reyes” olímpicos

Simone Biles declaró que ese ha sido un periodo muy oscuro en su vida. “Estaba muy deprimida. Dormí mucho porque, para mí, era lo más parecido a la muerte sin dañarme. Fue un escape de todos mis pensamientos, del mundo, de lo que estaba sucediendo”, explicó Biles, que en enero de 2018 hizo su primera declaración que revelaba que Nassar la había agredido sexualmente mientras estaba en campos de entrenamiento y competencias para el equipo estadounidense, cerca de Houston, donde reside.

Considerada como la Nadia Comanecci del siglo XXI, Simone Biles ha sufrido otro duro golpe al aplazarse los Juegos Olímpicos de Tokio. A sus 23 años y después de conseguir 19 títulos mundiales, el retraso de la cita olímpica a julio de 2021 es un contratiempo muy importante en su preparación. “Físicamente no tengo dudas de que mis entrenadores me pondrán en forma para Tokio 2021. Pero mentalmente, al pasar un año más, creo que lo voy a acusar y que pasará factura a todos”, dijo Biles.


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