Perdido y confundido

Perdido y confundido

Jesús Sánchez Meleán

Traducción libre-del inglés al español- de una imaginaria carta que le escribe John Wie Van, III, granjero de oficio en Wisconsin al presidente Donald Trump.  

Mi muy apreciado y admirado presidente Trump. Le escribo en la oportunidad de hacerle saber que yo apoyo su campaña  #BuyGoya (Compren Goya). Me gustó mucho ver su foto rodeado de los productos de esa marca. También me gustó ver a su bella e inteligente hija Ivanka sosteniendo una lata de frijoles negros de Goya. Por ese mensaje de su hija fue que me enteré que el lema de esa compañía es “Si es Goya es bueno”.

Su foto y la de Ivanka fueron suficiente aliciente para mí. Yo tomé mi camioneta Ford -porque yo solo compro automóviles fabricados en América-, y manejé rumbo a Milwaukee. Al cabo de dos horas conseguí una tienda de abarrotes que estaba “abarrotada” de productos Goya. Y déjame ser sincero con usted. Yo no sé lo que compré. Yo llené mi carrito con cuanta lata y alimento congelado que decía Goya.

Es que yo soy uno de los locos que usted menciona en su twitt. A mí me basta con que usted abra la boca y yo actuó. Le diría yo a usted, pida por esa boca que yo le cumplo. Y mucho más, en este caso. Gracias a usted me he enterado de que Goya es una empresa norteamericana, aunque tenga como nombre el apellido del pintor de la maja desnuda, que creo que es español. Es decir, esta empresa tiene un nombre hispano.

Eso no importa. Esta empresa enlata los productos que se cultivan aquí. Y yo como granjero por sexta generación aprecio a quienes se dedican a apoyar a la gente que como yo vivimos de la tierra. Hay que apoyar a una empresa que da empleo a más de 4 mil personas. Me voy a poner a probar lo que hay dentro de esas latas para ver si hay algún producto que yo me pueda poner a sembrar aquí y luego vendérselo a Goya, si me lo paga bien.

Pero, señor presidente, déjeme aprovechar para comentarle que no me ha gustado nadita esa voltereta suya sobre los hispanos. Tengo cinco años leyéndole los twitt y escuchándole decir que desde México han llegado narcotraficantes, bandidos y violadores. Y en cada mensaje suyo del mes de enero, he llorado al escuchar a víctimas de esos bandidos que han llegado desde el sur del Río Bravo.

Le pregunto, ¿cómo es que ahora, usted dice que el presidente de México es su mejor amigo? Gracias a usted, señor presidente, es que yo entendí que esos llegados desde el sur me han quitado a mí y a mis hijos oportunidades que pudimos tener. Usted nos ha dicho que esos del sur le han quitado los trabajos a los norteamericanos. Entonces, ¿cómo puedo entender yo que usted los quiera perdonar? Incluso, a los de DACA, usted les ha ofrecido hasta la ciudadanía.

La única explicación es que usted le dijo eso a un reportero de Telemundo, allá en Miami. Y pasa como cuando uno va a Las Vegas. Lo que se dice en Miami, se queda en Miami. Eso es para consumo de esos votantes también venidos del sur que viven allá. Mándeme una señal que me indique que esa declaración suya es electoral. Y si es que con esa declaración usted se queda con los 27 votos electorales de Florida, bienvenidos sean esos mensajes. Se trata únicamente de ganar.

Yo confío ciegamente en usted. Y estoy más que seguro de cuál es su verdadera intensión. Usted sabe que para mí fue difícil cambiarme de bando. Mi abuelo votó por Roosevelt y me hablaba maravillas de ese demócrata. Mi padre fue seguidor de Kennedy. Y yo voté mi primera vez Bill Clinton. Usted me ha dicho todo lo que yo esperaba escuchar de la boca de un político. No me defraude, no me deje perdido y confundido. ¿O es que eso que me vino diciendo desde hace cinco años ha sido también un discurso electoral?


También te puede interesar:

Disney y las estatuas derribadas

El nuevo reto de la humanidad

Otra pandemia en Estados Unidos