Por Frank Clavijo
Estamos viviendo nuevamente actos de violencia social que son respuesta a un crimen de odio, en la que surge inmediatamente un colectivo de identidad potencial de violencia como una protesta a la intolerancia de actos racistas, y que exigen dignidad y justicia debido a la suspensión de las libertades fundamentales; y como una forma de rechazo también a los infractores de la intolerancia y el odio cuando se les niega la igualdad por su aspecto físico, el color o cualquier otra condición social o cultural.
Estado Unidos es un país diverso y pluralista, y todos los actos de odio, prejuicio e intolerancia son totalmente inaceptables, venga de donde venga. Lamentablemente las leyes no tratan a todas las conductas de odio de la misma manera.
De acuerdo ADL (Anti Defamación League) un crimen de odio es cualquier acto criminal motivado en su totalidad, o en parte, por el prejuicio o la intolerancia. En los Estados Unidos, hay 45 estados y el Distrito de Columbia que tienen leyes de crimen de odio y proporcionan penas más severas para los delitos motivados por prejuicios, o intolerancia. Todas estas leyes cubren los delitos o crímenes en los que la víctima es atacada por su origen nacional, raza o religión.
Muchas de estas leyes también abarcan crímenes cometidos por razones de género, identidad de género, orientación sexual o discapacidad. Las leyes de crímenes de odio están justificadas por el impacto severo y perjudicial en la comunidad afectada por estos crímenes. Cuando se comete un crimen de odio, la comunidad entera a la que pertenece la víctima queda sintiéndose victimizada, vulnerable, temerosa, aislada y desprotegida por la ley.
Como lo estamos viviendo en estos días por el caso de la muerte del Afroamericano George Floyd que murió en manos de un policía blanco, está lejos de ser un simple incidente. Todo lo contrario, es un claro crimen de odio, lo que ha dado lugar a represalias y a una peligrosa espiral de aumento de la tensión y la violencia entre grupos comunitarios a nivel del país. Es por esto por lo que el impacto del crimen es mucho mayor que un incidente aislado, como se le quiere hacer ver por lo sucedido con la muerte de Floyd.
Obviamente debemos rechazar cualquier acto vandálico o de violencia colectiva, pues lo único que conseguimos que la violencia genera más violencia. Evitemos dejarnos llevar por las emociones, el odio de otras personas que instigan la violencia y buscan mostrar la intolerancia de estos comportamientos racistas donde prime la razón, la conciencia, la sabiduría, el juicio.
Debemos promover la tolerancia y el respeto de la diversidad, así como para inspirar soluciones sostenibles a largo plazo en contra de cualquier tipo de odio o discriminación de personas por razones de género, religiosas, políticas, raciales o de otro tipo. Debemos unir nuestros esfuerzos, afianzar nuestro empeño demostrar voluntad combatir y erradicar cualquier forma de expresiones racistas, de discriminación racial, de xenofobia, no solo como algo deseable, sino absolutamente, no solo en los Estado Unidos, sino en todas las partes del mundo.
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