Rollos del Mar Muerto siguen cambiando la visión del mundo

SON ANALIZADOS CON TECNOLOGIA COMTEMPORANEA

Almudena Casado

Setenta y cinco años después de que se hallaran en Qumrán fragmentos de los rollos del mar Muerto, los expertos continúan con la “inacabable” investigación de unos manuscritos que constituyen “un tesoro de la humanidad” y que cambiaron la visión del mundo. “El mundo ante nuestros ojos como resultado de los rollos es diferente al que nosotros creíamos conocer antes”, dijo Adolfo Roitman, director del Santuario del Libro del Museo de Israel en Jerusalén.

Según Roitman, se trata de uno de los grandes descubrimientos arqueológicos. Los manuscritos son “el testimonio más antiguo de los textos que terminaron formando parte de la Biblia hebrea”. Además de los textos bíblicos hay otros de literatura apócrifa y sectarios, como la Regla de la Comunidad, que interesan mucho a los investigadores. Son documentos de carácter esotérico escritos por y para los miembros de la comunidad.

Los que todos tienen en común, “es que son documentos judíos, escritos por judíos. Son obras de Israel de hace 2.000 años”, dijo Roitman. El investigador continúa, “el que la inmensa mayoría de los textos esté en hebreo “muestra que quienes estaban detrás de los rollos querían preservar la lengua original del pueblo de Israel”. Esa no era la lenga más hablada. El resto de los documentos estaban en griego y arameo, los idiomas predominantes de la época.

Búsqueda continúa

Siguen estudiando a los habitantes de Qumrán. La mayoría de los investigadores cree que la comunidad del mar no estaba conformada por esenios urbanitas, sino por un ala radical con una vida retirada que podía ofrecer a los jóvenes educación y comida. “Probablemente -detalla- la presencia de mujeres era mínima, si no inexistente (…) Hay textos como la Regla de la Comunidad que dan a entender que este grupo dedicaba al estudio, a la oración”, dice Roitman

La inmensa mayoría de manuscritos fueron descubiertos entre 1947 y 1956 después de que por azar unos pastores dieran con ellos en unas tinajas en las cuevas de Qumrán. La búsqueda de documentos continúa. Desde 1956 no se han hallado manuscritos en Qumrán, pero “existe una buena probabilidad de que haya más”, pues la alta actividad sísmica de la zona puede haber sellado muchas entradas de cuevas cuya existencia se desconocería.

Tras sesenta años sin hallazgos, en 2019, aparecieron documentos en la cueva de los Horrores, en Nahal Hever, Cisjordania. En treinta de esos documentos se encontraron restos de letras en griego. Una vez reconstruidos, resultaron ser del libro del profeta Zacarías y de Nahúm. Con los rollos se han utilizado tecnologías como el estudio de ADN o la imagen multiespectral para recuperar textos no perceptibles al ojo humano.