Hija de Jeanette Vizguerra enfrenta el miedo y defiende a su madre detenida

Hija de Jeanette Vizguerra enfrenta el miedo y defiende a su madre detenida

MADRE E HIJA| En un abrazo cuando Jeanette entró a santuario en febrero de 2017. (Foto/Archivo El Comercio de Colorado)

LUNA BAÉZ RESISTE

Ana Julia Medina/ El Comercio de Colorado

Luna Báez no olvidará la noche del 17 de marzo. La hija de la activista Jeanette Vizguerra recibió una llamada que temió por años. “Me detuvieron. Recoge a tu hermana y cuida a la familia”, fue el mensaje corto y contundente que su madre logró darle desde el centro de detención de ICE en Aurora.

“Eso bastó. Lo habíamos hablado muchas veces en casa, sabíamos que este día podía llegar”, cuenta Luna, con la voz firme, aunque el cansancio se asoma tras una jornada interminable. Cerca de la media noche, Luna y su familia llegaron al centro de detención y allí pasaron la noche junto a cientos de amigos y compañeros activistas de Jeanette.

En vigilia

La detención de su madre desató el miedo más grande: que la deportaran de inmediato, sin tiempo para defenderla. Luna pasó la noche en vigilia en una verdadera vigilia. Conocía bien los riesgos. “Nos dijeron que los martes es cuando sacan a los deportados, entre las 3 y las 4 de la madrugada. Era nuestra mayor preocupación”, explicó.

Pero el amanecer trajo alivio. Jeanette seguía en Colorado. Su misma madre se lo confirmó cerca de las nueve y treinta de la mañana. A lo largo del día, Luna se convirtió en el rostro de la lucha por su madre. Entre atender a los medios, hablar con abogados y cuidar a sus dos hermanos menores, se mantuvo en pie con la fuerza que, reconoce, aprendió de Jeanette.

Agradecida del apoyo recibido

“Hemos visto este proceso de cerca y ya sabemos cómo manejarnos. Nunca seremos tan poderosos como ella, pero vamos a intentar ser su voz”, aseguró. Luna también fue testigo de la ola de apoyo que su madre inspira. Funcionarios electos, senadores, representantes estatales, organizaciones civiles y miles de personas han exigido la liberación de Jeanette.

“Sentir ese respaldo nos dio fuerza para aguantar este primer día”, confesó Luna. La jornada cerró con un triunfo parcial. Jeanette seguía en Colorado, no había sido trasladada ni deportada. Luna lo resume con alivio: “Por ahora resistimos, y eso ya es una victoria”. La batalla continúa, pero la familia Vizguerra sabe que no está sola.