Difíciles decisiones

Jesús Sánchez Meleán

La reina Isabel de Inglaterra sigue sorprendiendo al mundo. Uno puede concluir que los 68 años de reinado le han ensenado bastantes lecciones y la han convertido en una persona asertiva y con muy buenos reflejos. En la primera temporada de la serie “The Crown” se puede ver como aquella joven veinteañera que asume la corona de la comunidad británica tenía un escaso conocimiento de la política doméstica e internacional.

En los primeros años de su reinado, la figura de Isabel lucía muy empequeñecida. Ella era una niña de la alta sociedad británica concentrada en las tareas domésticas. Y su ignorancia era gigantesca al ser comparada con aquel gigante llamado Winston Churchill, primer ministro del Reino Unido. Entre 1952 y 1955, a Isabel le tocó lidiar directamente con un hombre altamente influyente, sabio y culto. En 1953, Churchill recibe el Premio Nobel de Literatura.

El haber lidiado con Churchill marcó la vida de Isabel. Y lo más seguro es que con él aprendió como entrenar los reflejos. Esos son los reflejos que Isabel ha sabido usar después con casos también difíciles como la sublevación de su hermana Ana; el temperamento de Diana de Gales; y la renuncia de Harry y Meghan a sus labores en la Casa Real Británica. Ante esta última situación Isabel reaccionó rápida y asertivamente.

En su respuesta, Isabel deja claro que no va a oponerse a la decisión que tomaron su nieto y su esposa. Ella dejó saber, por escrito, que más bien va a facilitar la transición hacia la vida “civil” de estos dos jóvenes y carismáticos miembros de su familia. Isabel parece que ha decidido ponerse a tono con la época y refrescar las estrictas reglas de la Casa Real. Para Isabel, Harry y Meghan no se sublevaron. Ella entiende que quieren probar suerte por su cuenta.

No tengo duda que la reciente decisión de Isabel tendrá importantes beneficios de para el prestigio y la imagen de la corona británica. Mientras, creo que la reciente decisión de Vladimir Putin, de proponer una reforma política en su país, va a crear a llevar a Rusia de vuelta a la edad media. Putin pretende permanecer en el poder de por vida. Y para lograrlo, el presidente ruso necesita que el parlamento, o “Duma”, sea el órgano que escoja al primer ministro.

Putin necesita que esta regla forme parte de la constitución rusa y que se esté aplicación para 2024. Según la actual constitución, Putin no puede ser reelecto por tercera vez como presidente. Él tendría que esperar seis años para volver a presentarse. Pero todo indica que no tiene paciencia y quiere que mediante esta reforma el pueda seguir mandando por decisión de la Duma.

Sí es bueno decir que Putin e Isabel comparten un mismo estilo a la hora de tomar decisiones. Ellos dos tienen sangre fría. Ellos actúan a tiempo, sin dilación, según sus propósitos. Y esas son dos de las virtudes que seguramente ya ha desarrollado Frank Rubio, el médico y militar salvadoreño que se acaba de graduar como astronauta en el programa de la NASA. Este sentido de la oportunidad y de la precisión debe ser parte de Rubio.

Este salvadoreño se logró imponer sobre otras 18 mil personas que aspiraban ser seleccionados para el programa de la NASA. Ahora, Rubio se sigue preparando para ser uno de los integrantes del equipo de astronautas que va a vivir una temporada en la luna. Según explica Rubio, la idea es que, en el 2024, la NASA ponga en funcionamiento un campamento permanente en el satélite de la tierra.

No tengo la noción exacta de los detalles del programa de entrenamiento para astronautas por el cual pasó Rubio. Lo que sí puedo asumir es que le tocó aprender a tomar decisiones a cada momento. Seguramente las herramientas que aprendió como médico cirujano y como militar le han servido para actuar como astronauta. Y el haberse graduado en el competitivo programa indica que tiene una capacidad de sobrevivencia que se equipara con la de Isabel y la de Putin.