David Ortiz se hace eterno en Cooperstown

David Ortiz se hace eterno en Cooperstown

DOMINICANO| David Ortíz, beisbolista (Foto/EFE)

EL DOMINICANO ENTRÓ EN SU PRIMERA OPORTUNIDAD

Andrea Montolivo

El dominicano David Ortiz, tres veces campeón de Grandes Ligas con los Medias Rojas de Boston, coronó su extraordinaria carrera con la entrada en el Salón de la Fama del béisbol de Cooperstown, Nueva York. David Ortiz, de 46 años, jugó 20 temporadas en Grandes Ligas, con los Mellizos de Minnesota y los Medias Rojas de Boston, y entró este año, en su primera oportunidad, en el Salón de la Fama, el más alto reconocimiento para un jugador de béisbol.

El dominicano, el cuarto de su país en alcanzar la gloria eterna, es uno de los peloteros que más influencia han tenido en la historia del béisbol estadounidense. Ortíz no solo se destacó por su extraordinario rendimiento en el terreno; el dominicano también llegó a ejercer un innato liderazgo, su carisma y se destacó por su trabajo arduo trabajo al servicio de distintas causas comunitarias.

Su gente y su amor por Boston

“¡Mi gente de la República Dominicana!”, gritó para saludar a los cientos de dominicanos que acudieron al Clark Sports Center. “La República Dominicana, mi tierra, la tierra que me vio nacer, gracias por su gente que me ha acogido siempre como uno de sus hijos favoritos. Me ha brindado su apoyo. Gracias por su música que me ha llenado de alegría”, dijo Ortiz en su discurso.

“Cuando pienso en Boston pienso en 2004, 2007 y 2013, años de los tres títulos, después del atentado del Maratón, nunca vi una comunidad reaccionar y unirse como lo hizo Boston. Pienso en mi último partido en Fenway Park, parecía que todos ustedes estaban allí mostrándome todo su amor. Siempre estaré para ti, Boston”, dijo. Terminó con un agradecimiento a su madre y a su padre, quienes “hicieron lo imposible” para darle la posibilidad de tener “una vida mejor”.

Camino de la leyenda

Fue contratado inicialmente por los Marineros de Seattle. Luego desembarcó con los Mellizos de Minnesota, donde permaneció por seis años antes de recalar en los Medias Rojas. Los Mellizos lo dejaron libre en 2002. Esta decision cambió la historia de los años 2000 y 2010 del béisbol estadounidense. Eso dio paso a la gloriosa etapa del “Big Papi” en Boston. Se quedó catorce años en los Medias Rojas y conquistó tres series mundiales, en 2004, 2007 y 2013.

En sus 20 años en las Grandes Ligas, el dominicano lideró la liga en jonrones en la campaña de 2006, con 54 cuadrangulares, fue dos veces líder en bases por bolas recibidas (2005 y 2006), mientras encabezó el circuito en porcentaje de embasarse (2007), slugging (2016) y OPS (2016). Lució un promedio al bate de .286 con 541 jonrones y 1.768 remolcadas. Su carrera terminó en 2016, pero su legado es eterno en Boston. 


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