Aplazan deportación de Ingrid Encalada

Aplazan deportación de Ingrid Encalada

CIUDADANA PERUANA| Ingrid Encalada tiene un año para conseguir una solución a su caso. (Foto/EFE)

REABREN CASO PENAL DE HISPANA EN SANTUARIO

Redacción El Comercio de Colorado

La peruana Ingrid Encalada Latorre, que vive en santuario desde hace cuatro años logró que aplazasen un año su deportación. Encalada podría abandonar la iglesia donde está refugiada, informó Diana Solares, su abogada. Solares indicó que la inmigrante analizará “el muy importante paso hacia la libertad ” logrado cuando la peruana, de 40 años, recibió una carta del Servicio de Inmigración y Aduanas (USCIS). Le permitirían abrir su caso penal.

“El sistema inmigratorio ha dejado de funcionar hace muchos años y, como resultado, Ingrid todavía sigue peleando para mantener su familia unida”, aseveró Solares. La abogada indicó que mantendrán la lucha por la peruana sin importar el tiempo que lleve, pues la latina “pertenece” a Estados Unidos. En ese contexto, sólo después de explorar las distintas opciones para Encalada, se decidirá si abandona su santuario.

Estadía en santuario

Encalada se encuentra en la Iglesia Unitaria Universalista de Boulder (UUCB), que en su momento fue renovada para alojar a Encalada Latorre y sus hijos, Bryant y Aníbal. Su esposo, Eliseo, vive en la zona de Denver. Pero incluso antes de llegar a UUCB, Encalada Latorre ya había estado en santuario en la iglesia Mountain View Friends Meeting en Denver, a partir de diciembre de 2015. Luego, por poco tiempo, estuvo en otra iglesia en Fort Collins.

A la vez, en mayo de 2017 Encalada ya había salido de santuario, precisamente por haber obtenido un “postergación temporal de su deportación” hasta agosto de ese año. Pero en julio de 2017 un juez federal de inmigración falló en contra del pedido de Encalada de reabrir su caso, restableciendo la deportación, por lo que regresó a santuario. Encalada ingresó Estados Unidos sin la documentación pertinente en 2000.

Comienzo de sus problemas

Sus problemas comenzaron en 2010 cuando, tras ser acusada de usar un documento de identidad que no le pertenecía, su abogado de aquel momento la instó a declararse culpable, insistiendo que no habría consecuencias inmigratorias. Encalada se declaró culpable, pagó una multa y fue condenada a cuatro años de libertad condicional. Contrariamente a la asesoría legal recibida, cinco años después, se ordenó por primera vez su deportación.

En diciembre de 2019, el gobernador local, Jared Polis, le otorgó un perdón especial que incluyó eliminar de los registros públicos todos los cargos que existían en Colorado contra la inmigrante, un prerrequisito para que su caso fuese reabierto. Encalada y la mexicana Rosa Sabido, alojada en la Iglesia Metodista en Mancos, en el sur del estado, son las únicas dos personas en santuario en Colorado.