Sleepy Donald

Jesús Sánchez Meleán

Durante el inicio del primer juicio penal de un expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrenta a un escenario inusual: la corte. La obligación de estar presente, atento a los testimonios sin la distracción de su teléfono celular, parece ser una tortura para él. Tal es su fastidio que, según ilustró el artista de la corte y el cronista legal de CNN, Trump cayó en un breve cabeceo durante una de las sesiones. Aunque su equipo haya salido a desmentirlo, el episodio resulta humano y hasta comprensible.

Sin embargo, el juicio no se trata simplemente de si Trump se quedó dormido o no. Los testimonios presentados por David Pecker, exeditor de National Enquirer, revelan detalles escabrosos sobre prácticas para “cazar y eliminar” historias negativas sobre Trump durante la campaña presidencial de 2016. Pecker confirma su vínculo con Trump en esta trama para proteger su imagen pública, un tema que no debe pasarse por alto.

El caso en sí se centra en el manejo de pagos destinados a silenciar a Stormy Daniels y Karen McDougal, dos mujeres que afirmaban tener relaciones extramatrimoniales con Trump. La Fiscalía argumenta que estos pagos fueron parte de una trama criminal para ocultar información relevante durante la campaña electoral. Este no es un asunto trivial, ya que implica la falsificación de registros contables, un delito serio que Trump enfrenta con múltiples cargos.

Además, el juicio en Nueva York es solo el primero de una serie de procesos legales que Trump enfrenta, incluidos los relacionados con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y la presunta sustracción de documentos confidenciales. La complejidad de estos casos y el morbo que generan son innegables, pero el verdadero juicio sobre la inmunidad de Trump está en manos del Tribunal Supremo. La decisión de si Trump es o no inmune a procesos judiciales podría tener repercusiones significativas en su futuro político y legal.

En última instancia, más allá de las anécdotas sobre Trump quedándose dormido en la corte, este caso representa un momento crucial en la historia legal y política de Estados Unidos. La transparencia y la justicia deben prevalecer, independientemente del resultado final. El mundo observa este caso porque espera que la principal democracia del mundo sociedad pueda procesar este juicio para que la verdad salga a la luz y que aquellos que hayan violado la ley enfrenten las consecuencias correspondientes.