
ÁBREGO GARCÍA SERÁ JUZGADO POR CARGOS FEDERALES TRAS ORDEN DE LA CORTE SUPREMA
Redacción El Comercio de Colorado
Kilmar Ábrego García, ciudadano salvadoreño y residente de Maryland, ha sido trasladado de regreso a Estados Unidos desde El Salvador, donde permanecía tras ser deportado erróneamente en marzo de 2025. Su retorno se produce luego de una intensa batalla legal y mediática que involucró órdenes de la Corte Suprema estadounidense y protestas de activistas de derechos humanos.
El caso de Ábrego García atrajo la atención pública desde el momento de su deportación, pues existía una orden judicial que prohibía su traslado por el riesgo que enfrentaba en su país de origen. Según sus abogados, el salvadoreño había recibido amenazas de pandillas y su vida corría peligro. Sin embargo, a pesar de esas advertencias, las autoridades migratorias de la administración Trump ejecutaron su deportación.
Durante su tiempo en El Salvador, Ábrego García fue encarcelado en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una prisión de máxima seguridad conocida por albergar a miembros de pandillas violentas. Su familia y organizaciones defensoras de los derechos humanos denunciaron su detención y exigieron su repatriación inmediata. Finalmente, tras varias semanas de litigios, la Corte Suprema de EE.UU. ordenó al gobierno federal facilitar el retorno de Ábrego García.
Enfrentará cargos en EEUU
La administración Trump, que había desobedecido fallos judiciales previos en este caso, debió cumplir la orden de la máxima instancia judicial. Ahora de regreso en territorio estadounidense, Kilmar Ábrego García enfrenta cargos criminales federales por presuntamente transportar migrantes indocumentados dentro del país. Aunque las autoridades lo han vinculado públicamente con la pandilla MS-13, hasta el momento no se han presentado pruebas concluyentes en ese sentido.
Tanto su familia como su defensa legal niegan categóricamente esas acusaciones. La deportación y posterior retorno de Ábrego García ha generado un intenso debate político y social. En Washington, se realizaron protestas exigiendo su regreso y líderes sindicales calificaron el caso como una “grave injusticia y violación de derechos fundamentales”. Organizaciones de derechos humanos han advertido sobre los peligros de ignorar las protecciones judiciales en procesos migratorios.
El caso continúa bajo estricta vigilancia judicial y mediática, mientras se esperan más detalles sobre el proceso legal que enfrentará en los tribunales federales de Estados Unidos.
otras noticias
Encuentran sobreviviente del accidente del vuelo AI171 de Air India
Shai-Gilgeous Alexander: “Los Pacers fueron más agresivos y más contundentes”
Kim Kardashian denuncia redadas “inhumanas” de ICE en Los Ángeles