Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por nuestros columnistas invitados no reflejan las opiniones, creencias, y puntos de vista de esa publicación.
Marta Loachamin
Comisionada del Condado de Boulder
Miembro de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos de Condado (NAHCO)
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Mientras celebramos el Mes de la Herencia Hispana y Latina, no nos hemos percatado de las implicaciones de un reciente fallo. La Corte Suprema legalizó, en la práctica, el perfil racial. Esto significa que las comunidades latinas, una de las mayores fuerzas demográficas y económicas del país, ahora pueden ser tratadas legalmente como sospechosas simplemente por “parecer” latinas.
Este fallo es una autorización para el acoso, la detención injusta y la violencia motivada por el racismo. Es una licencia para sembrar miedo. En todo el país, millones de latinos sentirán las consecuencias de esta decisión en retenes de tránsito, aeropuertos, supermercados y escuelas. Cuando era estudiante en la Universidad de Colorado Boulder, experimenté por primera vez el racismo violento.
Racismo con peso de ley
Un joven me escupió en la cara y me dijo que regresara a México. No me conocía ni preguntó de dónde era. Simplemente vio piel morena y lo asumió. Eso es perfilamiento racial. Años después, en mi trabajo al servicio de los 330 mil residentes del condado de Boulder, sigo escuchando historias que reflejan la misma fealdad.
Vecinos intimidados por hablar español, familias con miedo de denunciar acoso, padres preocupados porque sus hijos podrían ser atacados camino a la escuela. Son las consecuencias vivas de una cultura que aún ve a los latinos como extraños. El fallo de la Corte Suprema le ha dado ahora al perfilamiento racial, una forma de racismo, el peso de la ley.
La Asociación Nacional de Funcionarios Latinos de Condado (NAHCO), de la cual formo parte, respondió con claridad. “Como organización nacional de líderes latinos locales, creemos que toda persona tiene derecho al debido proceso, que el gobierno debe respetar la Constitución, y que la justicia debe aplicarse de manera equitativa para todos.”
Racismo con peso de ley
Estados Unidos está siendo puesto a prueba ¿Defenderemos la promesa de que todos somos iguales ante la ley, o permitiremos que el miedo y los prejuicios se conviertan en estándares legales de sospecha? Aquí en Colorado, no podemos mirar hacia otro lado. Las mismas fuerzas que impulsan el perfilamiento racial a nivel nacional están presentes también en nuestra comunidad.
Necesitamos liderazgo que refleje nuestra diversidad, defienda nuestros derechos y rechace toda forma de discriminación. Me uní a NAHCO para trabajar junto a líderes locales que apoyan la equidad y la rendición de cuentas. Mi objetivo es asegurar que nuestros funcionarios electos, desde las juntas de condado hasta el Capitolio estatal, comprendan el peligro de normalizar los prejuicios.
La Corte Suprema puede haber abierto la puerta al perfilamiento racial, pero eso no significa que tengamos que cruzarla. Colorado puede elegir ser un lugar donde la justicia no sea un eslogan, sino una realidad vivida. La promesa de los Estados Unidos no puede coexistir con el permiso para discriminar a su gente. Y no necesitamos la aprobación de la Corte Suprema para ser mejores que sus fallos.
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