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¿Prohibirán los mataderos en Denver?: usted decide

EN SUPERIOR FARMS| Trabajadora hispana en el proceso de producción. (Foto/ Katrina Hajagos)

DEBATE SOBRE LA ORDENANZA 309 EN LA BOLETA ELECTORAL

Redacción El Comercio de Colorado

La Ordenanza Iniciada 309, que los votantes de Denver considerarán el 5 de noviembre, propone cerrar el único matadero de la ciudad, Superior Farms, para el 1 de enero de 2026, y prohíbe la construcción de nuevas instalaciones de este tipo dentro de los límites de la ciudad. Los activistas detrás de esta medida argumentan que los mataderos contribuyen a problemas ambientales, maltrato animal y condiciones laborales insalubres en áreas urbanas.

Sin embargo, detractores de la iniciativa, incluidos empleados de Superior Farms, advierten que la prohibición tendría consecuencias económicas severas para Denver, afectando a cientos de trabajadores y a la economía local.

¿Qué dicen los proponentes?

Los activistas que apoyan la Ordenanza 309 sostienen que la industria de los mataderos es una de las principales fuentes de contaminación ambiental, emitiendo grandes cantidades de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Además, consideran que las condiciones laborales en estos establecimientos son riesgosas y que su eliminación impulsaría a Denver hacia un modelo de desarrollo más ético y sostenible que evite el sufrimiento animal.

Según los defensores, el cierre de Superior Farms, que procesa carne de cordero, podría representar un paso importante hacia la reducción del consumo de productos animales en la ciudad y promover alternativas más respetuosas con el medio ambiente y la salud pública. Además, los proponentes de la medida ven el cierre del matadero como una oportunidad para destinar el espacio actualmente ocupado a otros usos que beneficien a la comunidad.

Consecuencias negativas de la propuesta

Isabel Bautista, gerente de operaciones de Superior Farms, destacó que aprobar la ordenanza 309 tendría afectaría la vida de los trabajadores. “Llevo 24 años en Superior Farms, y esta empresa no solo es mi lugar de trabajo, sino que también me brinda beneficios únicos como empleada-propietaria. Cerrar el matadero sería un golpe directo para 160 trabajadores y sus familias, quienes perderían sus empleos y sus ahorros de jubilación”, expresó Bautista.

Además de los 160 empleados directos de Superior Farms, el cierre del matadero podría afectar a más de 2,700 empleos indirectos en toda la cadena de suministro de la industria de carne. Esto incluye a ganaderos, transportistas, distribuidores y restaurantes locales que dependen de la producción de carne de cordero en Denver. Un estudio de la Universidad Estatal de Colorado estima que la pérdida económica derivada de esta medida podría ascender a 861 millones de dólares, afectando el sustento de miles de familias en todo el estado.

El debate medioambiental

Uno de los argumentos clave de los activistas pro-prohibición es que esta medida reduciría el impacto ambiental de la industria cárnica. Sin embargo, Bautista y otros críticos advierten que la prohibición podría tener el efecto contrario. “Cerrar Superior Farms solo trasladaría la producción a otros estados, incrementando la necesidad de transportar carne a Denver desde lugares más lejanos, lo cual aumentaría las emisiones de carbono”, explica Bautista.

En lugar de reducir el impacto ambiental, esta medida podría generar una huella de carbono mayor debido al transporte de productos cárnicos desde otros estados. Además, Superior Farms opera bajo estándares de bienestar animal, contando con certificación Halal, la cual exige prácticas de manejo humanitario durante toda la vida del animal. El matadero es inspeccionado regularmente por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).