Jesús Sánchez Meleán
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El Premio Nobel de la Paz 2025 tiene una destinataria justa, María Corina Machado. Este reconocimiento internacional exalta el coraje y la integridad de una mujer que, sin armas, desafió durante años a uno de los regímenes más autoritarios y represivos del mundo. Su lucha no solo ha sido política. Ha sido, ante todo, moral.
Los jurados del Nobel señalaron que la democracia es un valor universal y que Machado ha encarnado, con coherencia y sacrificio, la defensa de ese principio. Desde su elección como diputada al Congreso venezolano, fue víctima de agresiones físicas, persecución judicial y ataques sistemáticos a su integridad.
Premio al corage y la integridad
En una ocasión, una turba oficialista la apedreó dentro del Parlamento. El golpe le destrozó el ojo y debió someterse a una cirugía reconstructiva. Su delito fue ejercer su derecho a la palabra como parlamentaria de oposición. Inhabilitada para ejercer cargos públicos, el régimen chavista creyó haberla silenciado.
Sin embargo, su voz se hizo más potente. Se midió en las primarias de la oposición, y arrasó. Le impidieron inscribirse como candidata presidencial, pero encontró la forma de continuar. Encontró a un sustituto que representó su proyecto y lideró su campaña con una determinación admirable.
Premio al corage y la integridad
Aun con vigilancia constante, sin poder viajar en avión ni hospedarse libremente, logró organizar un movimiento nacional que obtuvo la mayoría en las urnas. María Corina Machado ha sido una presa política sin barrotes. El régimen la cercó, le negó la libertad de movimiento y la sometió a un castigo continuo.
Sin embargo, nunca se doblegó. Ni las amenazas, ni las agresiones, ni la soledad de la persecución lograron torcer su voluntad. Su resistencia representa la voz de los presos políticos, de los torturados, de los que murieron exigiendo derechos. Hoy, el mundo reconoce en ella a una heroína venezolana que ha defendido la paz a través de la democracia.
Porque la paz verdadera no es la del silencio impuesto, sino la que nace del respeto a la libertad. María Corina Machado ha demostrado que la integridad puede más que el miedo. Por eso, este Nobel de la Paz es, ante todo, un premio al coraje.


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