Predijeron un caos que no ocurrió - El Comercio de Colorado

EN LA VÍSPERA DEL LEVANTAMIENTO DEL TÍTULO 42| Migrantes se entregaron en la frontera de El Paso. (Foto/ Cortesía Laurie Smith)

CRÓNICA DEL RECORRIDO POR LA FRONTERA EL 11 DE MAYO

Morgan Smith / [email protected]

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“¿Dónde están todos los migrantes?” preguntamos mientras recorríamos Juárez, Anapra, El Paso y Sunland Park el pasado 10 y 11 de mayo. Nuestra primera parada fue la iglesia del Sagrado Corazón en la calle Oregón en El Paso. Estuvimos en ese lugar el 28 de abril y ahora vimos muchas menos personas que en aquella fecha.

Luego cruzamos a Juárez. Estuvimos en el lugar del incendio mortal que mató a 40 migrantes el 27 de marzo. Allí hablamos con una niña de 16 años llamada Ana, que se embarcó en un largo y peligroso viaje desde Venezuela con su padre y Fátima, su hermana menor de 12 años. Ana y sus padres cruzaron el muy peligroso Tapón del Darién.

La experiencia de Ana y su familia

Esta familia venezolana viajó con un pequeño grupo en lugar de contratar a un “coyote” porque hubiera sido algo muy costoso para ellos. “Eso no lo podíamos pagar”. Habían pasado dos meses en el refugio Kiki Romero del gobierno mexicano en Juárez, un antiguo gimnasio reconvertido para albergar hasta 200 personas.

Ana contó que vivir en ese refugio fue una “experiencia horrible”. Por ese motivo, ella y su familia decidieron vivir en una tienda de campaña en plena calle. Ana tiene la esperanza de poder tener una audiencia de asilo pronto. Y ciertamente, según mi punto de vista, yo creo que se lo merecen. Nuestro recorrido continuó con la visita al albergue Respettrans.

Sin acumulación de personas del lado mexicano

A ese albergue, con 200 migrantes, llevamos comida y ropa. Quienes dirigen el lugar nos aseguraron que no habían tenido una afluencia adicional de personas debido al Título 42. Luego recorrimos ambos lados del muro fronterizo hacia el oeste en el área de Sunland Park-Anapra y hacia el este hasta llegar hasta el puente de Zaragoza.

El vimos un pocos migrantes del lado mexicano, pero no se acumulan. Volvimos a hacer el recorrido el jueves 11. Llevamos alimentos, ropa y suministros médicos al Sagrado Corazón. Nos encontramos unos 45 migrantes allí, mucho menos que dos semanas antes. Más tarde cuando regresamos a Juárez, pasamos varias horas recorriendo el centro de la ciudad.

Recomendaciones

En nuestro recorrido no vimos nada fuera de lo común. Poner fin al Título 42 no provocó el caos que se predijo. Me atrevo a decir que tenemos la necesidad de refugios para migrantes y es hora, por lo tanto, de apoyar a organizaciones sin fines de lucro como Respettrans que son humanas y rentables. También se deben forzar mejores en refugios como Kiki Romero.

Sigo recomendando la creación de un Equipo de Trabajo de Refugios de Estados Unidos y México que incluiría la participación de quienes dirigen las organizaciones sin fines de lucro. Además, la Patrulla Fronteriza (BP) merece apoyo por su trabajo extraordinariamente difícil. La BP no tiene suficiente personal, un problema que el congreso podría resolver fácilmente.

El congreso, igualmente, podría resolver la escasez de jueces para atender los dos millones de casos de asilo pendientes. En lugar de quejarse constantemente sobre la paralización del sistema migratorio necesitamos su reforma integral. Creo que debemos tomar tres pequeños pasos.

Por último, no podemos olvidar que este es un problema de humanidad, no solo de ganancia política. No nos alejemos de estos problemas solo porque el final del Título 42 no fue tan dramático como se esperaba.