El reto del periodismo deportivo en español en EEUU

¿Qué es lo opuesto a la altitud?

Por Abel Flores @amantesdeldeporte2020

La tarea de comunicar de manera efectiva, veraz y oportuna nunca será una profesión fácil y mucho menos cuando el país en el que se desarrolla esa actividad no es el país natural, en la mayoría de los casos, ni de los emisores ni de los receptores. La demografía pluricultural de EEUU es el mejor ejemplo de este fenómeno lingüístico y sociocultural en español.

Comunicarse con una comunidad en específico, como ocurre cuando se informa a la comunidad hispana en EEUU, es un reto comunicacional enorme ya que de alguna forma no se le habla a todo un país, solo a un sector que podríamos decir es la minoría más grande. Este fenómeno se complica en demasía cuando se entiende que la misma comunidad hispana es internamente tan o más diversa que la demografía nacional.

El periodista hispano en EEUU debe entender que una misma palabra tiene varios significados o connotaciones en las diversas nacionalidades y/o culturas de nuestras comunidades, pero no sólo el tema es semántico, es aún más complejo cuando se entiende que los gustos, estereotipos, percepciones y sentimientos son incluso más diversos entre nuestros hermanos latinoamericanos que el mismo idioma compartido históricamente.

Lenguaje deportivo internacional pero en el ámbito nacional

EEUU es el único país del mundo donde se compran los derechos de transmisión, por ejemplo, de una Copa del Mundo o de unas Olimpiadas para transmitirlos en televisión nacional en dos idiomas: inglés y español. Esto además de evidenciar la influencia latina en el espectro estadounidense es un reto comunicacional inédito para los periodistas en español quienes se ven obligados a hablarle desde una misma vitrina a diversas culturas.

Pero cuando este periodismo está especializado en deportes todo aún colapsa o se complica más porque no hay otra fuente periodística donde el público sea más exigente y conocedor que los amantes del deporte. Un reto hermoso porque no hay nada más maravilloso que tener un público bien informado y exigente.

Para muestra de todo lo expuesto les comento la dificultad, por ejemplo, de hablar de béisbol a un público integrado por venezolanos, dominicanos, cubanos y puertorriqueños quienes comparten el béisbol caribeño, con todo lo que eso implica, viven en la misma ciudad pero a su vez son rivales deportivos. Y no saquemos de esta ecuación a los miles de mexicanos y centroamericanos que practican y aman el béisbol, para sorpresa de algunos que desconocen este dato.

Pues ahora imagínense hablar de fútbol, que posiblemente sea el deporte más polémico del planeta, a varias comunidades hispanoparlantes que interpretan este deporte de una forma tan variada como los colores de la naturaleza.


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