Y se la llevó Dinamarca!

¡Les dije que tenía buen ojo! En mi última columna ya les adelantaba que este año la corona de Miss Universo se quedaba entre Dinamarca o México, y miren nomás, la dinamarquesa Victoria Kjaer se alzó con “La Luz del Infinito”. Parecía Barbie de carne y hueso, señoras y señores. Eso sí, mi paisana María Fernanda Beltrán no lo hizo nada mal, quedó en tercer lugar, pero aquí entre nos, creo que hubiera subido el ánimo del jurado si respondía en español en la ronda final. Pero claro, prefirió no arriesgarse a depender de la traductora. Entendible.

Hablando de traducciones, ¿qué onda con Miss Venezuela? La pobre Ileana Márquez, que era favorita de muchos, se quedó como el perro de las dos tortas por culpa de un error garrafal de la traductora. Le preguntaron por la mujer ideal, pero lo que ella entendió fue algo sobre “momentos ideales”, y ahí fue donde perdió la brújula. Algunos dicen que fue sabotaje; yo no sé, pero sí estuvo raro, ¿no?

Y vámonos a los vestidos porque ahí también hubo drama. El diseñador peruano José Zafra se lució al vestir a la flamante Miss Dinamarca con un traje de impacto, mientras que a la peruana (que también pintaba como favorita) la vistió el venezolano Nidal. ¡Ah, caray! Parece que en este certamen los diseñadores jugaron a cambiar de bandera.