Venía a Denver fallecido en el camión cava en San Antonio

Venía a Denver fallecido en el camión cava en San Antonio

VENIA A DENVER| Josué Díaz Gallardo, primer mexicano identificado de los 53 migrantes que murieron tras ser abandonados en un camión en San Antonio.

Josué Díaz Gallardo, oriundo de Oaxaca

Por Ana Milena Varón

Una habitación decorada “con mucho amor” por cuatro menores estadounidenses esperaba en Denver a Josué Díaz Gallardo. Este mexicano nunca llegó porque murió dentro de un camión en la mayor tragedia de migrantes en la historia reciente de Estados Unidos. “Mis hijas querían mucho a mi hermano Josué. Habían cedido una habitación para que él se quedara, y la decoraron con mucho amor”, dijo Noel Díaz Gallardo.

Josué, de 34 años fue el primer mexicano identificado de los 53 migrantes que murieron tras ser abandonados en un camión hallado el 27 de junio bajo un calor sofocante en San Antonio, Texas. La familia de Noel no esperaba la terrible noticia. “Cuando llegué del trabajo, mi esposa, que es gringa, me dijo sobre el camión, y yo le dije que no, que ahí no venía, que Josué todavía estaba en la frontera”, relata.

Sueño que termina en tragedia

Pero la duda y un mal presentimiento se apoderaron de la pareja, que buscó información en el consulado de México en San Antonio y el Departamento del Forense del condado Bexar. “Yo tenía la esperanza de que no estuviera ahí”, dice Noel. Oriundo de Santa María Tlahuitoltepec, estado de Oaxaca, Josué había dejado a sus padres, amigos y demás familiares para buscar un mejor futuro por tercera vez en su vida.

Ya había estado en Denver trabajando en la construcción al lado de Noel y ahí se convirtió en parte de la familia y en el tío querido de sus cuatro sobrinas. Tras varios años regresó a su pueblo para ver a sus padres, su esposa y su hijo. También estuvo trabajando en Barcelona, España, pero la necesidad de ver a su familia lo hizo regresar nuevamente al hogar en Mixe en Oaxaca.

Buen padre, buen hijo, buen hermano

“Josué era el pequeño de los hombres y es el consentido de mi mamá, y está bien porque él era muy buen hijo, muy buen hermano, muy buen amigo, muy buen ser humano”, recuerda Noel con un nudo en la garganta. Pero la difícil situación económica y la ilusión de ayudar a sus padres y su familia obligaron a Josué a emprender a principios de junio nuevamente el camino hacia Estados Unidos, donde su hermano, su cuñada y sus sobrinas lo esperaban.

El migrante había intentado sin éxito pasar por otras partes de la frontera de México con Estados Unidos. Noel asegura que los encargados de ayudar a Josué del lado mexicano no volvieron a contestar el teléfono desde que ocurrió la tragedia. Ese silencio fue el que lo impulsó a viajar a San Antonio en compañía de un primo. Sus cuatro hijas no supieron hacia dónde había ido ni que su tío pudiera estar entre las víctimas.

La dura identificación

Noel llegó al Departamento del Forense de Bexar, donde esperó todo el día esperando hasta que le permitieron ingresar e identificar el cuerpo. Asegura que el rostro de su hermano relata el dolor y el sufrimiento de sus últimos minutos de vida: “Es como si usted hubiera visto a Satanás. Así es como él se quedó, con cara de mucho sufrimiento”. Noel y su primo buscaron ayuda del consulado de México en San Antonio pero dicen no haber recibido buen trato.

Noel tuvo problemas para ingresar al consulado y obtener ayuda para la repatriación del cuerpo. El descontento por la falta información incluso llegó hasta Tlahuitoltepec. La Asamblea General y el Cabildo del Ayuntamiento escribieron al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador pidiéndole ayuda para agilizar la repatriación del cuerpo. El pueblo, que declaró luto general por la muerte de Josué, espera realizar ceremonias fúnebres por tres semanas.

Ayuda por GoFundMe

https://www.gofundme.com/f/josue-diaz


También te puede interesar:

Dan batalla legal para legalizar a 80 mil soñadores

Biden acude al Supremo para aplicar sus prioridades de deportación

Eliminación de “Quédate en México” da esperanza a muchos migrantes