(Foto/Morgan Smith)
EXISTE LA ESPERANZA DE TRABAJAR EN UNA REFORMA MIGRATORIA
Morgan Smith
Exrepresentante ante la Asamblea Legislativa de Colorado y Comisionado de Agricultura
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La inmigración fue uno de los temas más discutidos durante la campaña, donde la retórica superó a la realidad y los migrantes fueron injustamente señalados como una amenaza. Sin embargo, con la victoria de Donald Trump, debe volver a discutirse la posibilidad de implementar soluciones de sentido común que aborden los desafíos migratorios de forma equilibrada. Actualmente, la situación en la frontera es más estable que en años anteriores.
En mis visitas a los refugios de migrantes a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, he observado una notable disminución en el número de personas que intentan cruzar. Esto se debe en parte al acuerdo entre la administración de Biden y el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para reforzar la frontera sur de México y controlar mejor el flujo migratorio.
Aumento de los trabajadores temporales
Además, la orden ejecutiva de Biden que limita las solicitudes de asilo a 500 mil al año ha reducido significativamente las cifras. Sin embargo, este límite parece insuficiente en un país con una población en envejecimiento y una creciente demanda de trabajadores en agricultura y construcción. Trump y su equipo probablemente revisarán estos números, y es previsible que el sector empresarial impulse un aumento en la cantidad de trabajadores temporales.
No obstante, es fundamental que la nueva administración también se comprometa a brindar apoyo a las comunidades que reciben a los migrantes y a reforzar la seguridad en la frontera. Para quienes ingresan ilegalmente, concuerdo con el columnista Thomas Friedman en la necesidad de “un muro alto con una gran puerta”. El control fronterizo es esencial, y una de las herramientas más efectivas no es solo la construcción de muros adicionales.
Más agentes de la Patrulla Fronteriza
Se trataría de contar con más agentes de la Patrulla Fronteriza. La ley bipartidista S.4361, impulsada por los senadores James Lankford, Chris Dodd y Kyrsten Sinema, proponía fondos para este fin, aunque fue bloqueada. Este proyecto podría servir como un buen punto de partida para una nueva legislación. Ese proyecto aborda la seguridad fronteriza, otorga recursos para el procesamiento de casos actuales y protege a muchos migrantes.
En cuanto a los migrantes indocumentados que ya están en el país, muchos de los cuales ingresaron legalmente, pero permanecieron más tiempo del permitido, se debería implementar un proceso de regularización. Esto incluiría registro, verificación de antecedentes y pago de una multa, como una medida justa para quienes han contribuido a la economía y la sociedad estadounidenses.
Proteger a los DACA
Para los jóvenes en el programa DACA, obligarlos a abandonar el país sería inhumano, pues no cometieron ninguna falta. Además, se debe agilizar el procesamiento de los miles de casos de asilo pendientes, problema que se origina en la falta de jueces y recursos. Otro aspecto crucial es la relación con México. La administración de Trump debe establecer una cooperación respetuosa y efectiva con Claudia Sheinbaum.
El propósito fundamental es la lucha contra los carteles que lucran con el tráfico de personas y drogas. El combate al crimen organizado requiere un esfuerzo conjunto para proteger tanto a migrantes como a ciudadanos en ambos lados de la frontera. La retórica antiinmigrante fue útil para ganar la elección, pero ahora es el momento de reconocer las valiosas contribuciones de los migrantes a una sociedad estadounidense envejecida que necesita mano de obra joven.
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