Mexicanas se sumaron al paro laboral

PARA DENUNCIAR FEMINICIDIOS

México/ Agencia Efe

En una jornada histórica, las mexicanas faltaron a sus trabajos para sumarse al primer paro nacional de mujeres convocado contra los feminicidios. El día después de la gran manifestación que colapsó Ciudad de México con motivo del Día Internacional de la Mujer, las mexicanas estaban convocadas a no trabajar ni consumir durante el llamado #UnDíaSinNosotras para visibilizar su ausencia en una sociedad golpeada por 10 feminicidios diarios.

La céntrica plaza del Zócalo de Ciudad de México amaneció con un grupo de personal de limpieza formado solo por hombres que borraban las pintadas que dejó la marcha feminista del día anterior. Aunque todavía no hay cifras oficiales de seguimiento al paro, apenas había mujeres en los vagones del metro en hora pico, mientras que el paro secundado por trabajadoras del transporte público provocó el cierre de taquillas y largas colas de usuarios.

Se estima que el valor del trabajo de las mujeres, tanto el remunerado como el no remunerado, asciende a unos 1.750 millones de dólares cada día, una cifra similar al costo de reconstrucción de la capital mexicana tras los sismos ocurridos en septiembre de 2017. El Gobierno federal y la mayoría de las administraciones locales, así como el Congreso mexicano y los parlamentos locales, apoyaron el paro feminista y funcionaron a media marcha.

Grandes empresas se sumaron

El céntrico Paseo de la Reforma de la capital, rodeado de rascacielos de grandes corporaciones, también fue uno de los escenarios de este paro inédito en México. Diversas patronales, bancos y multinacionales habían anunciado que no habría represalias contra las trabajadoras que se ausentaran. El paro fue masivo en la Torre BBVA, donde solo se observaban hombres entre el río de gente que entra y sale del segundo rascacielos CDMX.

El 40 por ciento de los 5 mil trabajadores de la sede del BBVA son mujeres. Tampoco las mujeres atendieron a los establecimientos de grandes cadenas de venta de ropa o de comida rápida en el centro de la capital, lo que alteró los horarios de apertura de algunos locales. Algo que contrasta con los pequeños comercios, donde la mayoría de las mujeres acudieron a trabajar para no perder el sueldo de este día o porque no comparten esta forma de protesta.

Aulas sin mujeres

La normalidad quedó totalmente alterada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la más grande de Latinoamérica. Sus actividades académicas se vieron truncadas por la escasa presencia de alumnas y de profesoras. “Es mucho más importante ver por nuestra seguridad que estar en un salón de clases”, resumió la estudiante de medicina Karen Lobato, quien secundó el paro, pero acudió a estudiar a las afueras de su facultad.

Según los estudios estadísticos de la UNAM, el 51,5 por ciento de sus 360.883 de sus alumnos en el presente curso escolar son mujeres, y en lo referido a la Facultad de Medicina, ese porcentaje alcanza el 65,5 por ciento. La UNAM es uno de los espacios donde el movimiento feminista ha adquirido más fuerza con varias manifestaciones y huelgas sucedidas durante los últimos meses para denunciar los abusos y agresiones a mujeres en el recinto académico.

Sin guarderías

Algunos colegios y guarderías no abrieron sus puertas por falta de personal. Se estima que el 65 por ciento de los trabajadores de la educación y la salud en México son mujeres. El paro nacional de mujeres fue convocado por agrupaciones feministas a través de las redes sociales a raíz de los recientes feminicidios que conmocionaron el país y las palabras de López Obrador minimizando el problema.

México registró más de 1.000 feminicidios -asesinatos por razón de género- durante 2019, según los datos oficiales. En general, en el país diez mujeres son asesinadas al día, una cifra que ha aumentado año con año. El domingo 8 de marzo, decenas de miles de mujeres, alrededor de 80 mil según datos oficiales, marcharon en Ciudad de México bajo cánticos como “vivas se las llevaron, vivas las queremos”.