CAMPEONES MUNDIALES DE LA DISCIPLINA
Asunción/ Agencia Efe
La selección portuguesa partía como una de las favoritas para colgarse el oro en el Mundial del Fútbol Playa 2019 de Paraguay. Y este domingo demostró que las quinielas no se equivocaban, aunque la conquista del título no fue solo suerte, sino el resultado del trabajo y el valor de sus jugadores. Los portugueses pisaron la arena del Estadio Los Pynandi, o pie descalzo en guaraní, “muy concentrados” y conscientes de que “el partido iba a ser difícil”, como reconoció el delantero Mel Jordan.
Italia, su rival, había mostrado en todo el torneo un juego rápido y ágil, y no dudaba en exhibir a sus ases: Gabriele Gori, balón de oro del torneo con 16 goles, y Emmeanuele Zurlo, con 10. Las estadísticas de los italianos no impresionaron a los lusos, que en su plantilla también presumían de buenos jugadores. La tranquilidad de los portugueses la manifestó el entrenador, Mario Narciso, que llegó al Estadio con “mucha esperanza de ganar”, aunque al mismo tiempo sabía que tenían un reto difícil.
Clave del éxito
Narciso compartió que la clave del equipo al que entrena es unir entrenamiento y cualidades de los jugadores. El entrenador portugués descartó el trabajo como la única clave del éxito, puesto que “todos los equipos trabajan”, y apostó por el equilibrio entre el esfuerzo y el perfil de los jugadores. “Aquí lo que hace ganar el juego es el valor de los jugadores. Si no hay valor, con buen trabajo no se consigue ganar. Si tienes jugadores con cualidades, pero no se trabaja, tampoco ganamos”, dijo.
otras noticias
James Rodríguez renueva fútbol mexicano
La WWE llega en vivo a Netflix
Récord de aguacates