Hogar y Salud

Ella pudo a los 95 años

Por María Marín

La entrega de los Grammy Latinos 2022 ha dado mucho de qué hablar. No precisamente porque el cantante uruguayo Jorge Drexler se haya coronado como el gran ganador, llevándose siete estatuillas a casa. Tampoco porque el famoso Bad Bunny haya sido el gran ausente de la noche.

Lo más emocionante, llamativo y diferente fue ver a una alegre anciana de 95 años subir al escenario a recoger el premio de “Mejor nuevo artista”. Que Ángela Álvarez se haya convertido en cantante, 80 años después de haberlo soñado, es la historia más inspiradora de la historia de los Grammy Latinos.

Fue también el testimonio más esperanzador para todo aquel que haya dado por muerto un sueño.

¿Cómo reavivar el sueño perdido?

Aliméntalo

Aún cuando veas imposible lograr eso que tanto deseas, no abandones tu pasión. Quizás no es el momento de abrir un restaurante, pero puedes perfeccionar nuevos platos y educarte cada día sobre negocios exitosos.

Ángela desistió de ser cantante profesional a los 15 años cuando su padre le dijo que no se dedicara profesionalmente. Ella siguió componiendo y cantando para su familia. Tenía mucha fe en Dios y su corazón siempre deseó que un día quedaran grabadas sus composiciones.

Ella pudo a los 95 años

Sé paciente

Nunca digas que “se te pasó el tren”, pues unos logran sus metas cuando jóvenes y otros pueden tardar toda la vida. Cuando pienses que estás viejo para lograrlo, piensa en las ocho décadas que le tomó a esta cubanoamericana, o en los fundadores de McDonalds, quienes comenzaron ese negocio en sus 50 años de edad.

Cuídate

Añade calidad de vida a tus días para que puedas contar con buena salud cuando todo conspire para que se haga realidad tu sueño. Haz ejercicio físico regularmente, minimiza el estrés, duerme bien, come saludable y realiza chequeos médicos anualmente. La energía de Ángela a casi un siglo de vida evidencia lo bien que se cuida.

Todos vivimos con sueños cumplidos e incumplidos. Ojalá que la historia de Ángela estremezca tu corazón tan fuerte que reviva el gran sueño que creías perdido. Y es que, mientras haya vida, siempre será válido soñar.