EN AGOSTO 2022| Francisco Cuevas, dueño de El Coco Pirata, festeja su Récord Guiness. (Foto / Archivo El Comercio de Colorado)
UNA HISTORIA DE EMPRENDIMIENTO LATINO QUE TRANSFORMÓ LA GASTRONOMÍA EN DENVER Y BUSCA EXPANDIRSE CON FRANQUICIAS EN EE. UU.
De vender ceviches en un carrito en 2011, Francisco Cuevas ha pasado a liderar una cadena de restaurantes que mezcla tradición sinaloense e innovación culinaria. Con el respaldo de su familia, el empresario ha popularizado el sushi estilo Sinaloa en Colorado, rompió un récord Guinness y ahora se prepara para lanzar sus franquicias en EE. UU. y México.
Alba Lidia Medina/El Comercio de Colorado
Este contenido fue publicado originalmente en @thelatidobeat
Francisco Cuevas llegó a Colorado desde Culiacán, Sinaloa, con la idea de emprender en lo que mejor conocía. Nos referimos a la cocina de mariscos. En marzo de 2011 abrió un carrito de comida donde ofrecía lo que él llama la “barra fría”: ceviches, cócteles y aguachiles preparados con mariscos frescos. Aquella propuesta sencilla, inspirada en los sabores de su tierra, rápidamente encontró clientes entre la comunidad hispana del área metropolitana de Denver.
Tres años más tarde, en junio de 2014, abrió su primer restaurante, El Coco Pirata, en la popular avenida Alameda en suroeste de Denver. Lo que comenzó como un pequeño local pronto se transformó en una cadena con presencia en Aurora, Commerce City, Thornton y Greeley. Con el tiempo, a la “barra fría” se sumaron una “barra caliente” y la gran innovación del restaurante, el sushi sinaloense.
El sushi sinaloense, un fenómeno en Colorado
Cuevas reconoce que uno de sus mayores aciertos fue incorporar el sushi al menú de El Coco Pirata en 2015. Se trataba de un sushi distinto al tipo de sushi que se consumía en Colorado. “Nuestro sushi es empanizado, frito, relleno de carne asada, pollo, camarones y hasta chiles serranos”, cuenta Cuevas. En Culiacán, este estilo ya había conquistado paladares. Mientras, en Colorado se convirtió en sensación entre hispanos y anglosajones.
“En Culiacán hoy día se vende más sushi que tacos”, explicó Cuevas. En sus restaurantes destacan creaciones como El Volcán de Camarón —un rollo empanizado con relleno de camarón, aguacate y pepino, cubierto de queso gratinado y camarón roca con tres salsas caseras— y el Cielo, Mar y Tierra, que combina carne asada, pollo y mariscos. Estos platillos, junto a otros como el Arrachera Roll, han consolidado un el sushi sinaloense como un género.

SUSHI SINALOENSE| El Coco Pirata es uno de los polos de innovación gastronómica en Denver. con su sushi sinaloense. (Foto / Cortesía El Coco Pirata)
El récord Guinness y el orgullo sinaloense
El mayor logro mediático de Cuevas y su equipo llegó en agosto de 2022, cuando lograron el Récord Guinness por el cóctel de camarones más grande del mundo. El evento, realizado en Civic Center Park de Denver, reunió a miles de personas que celebraron el premio. Cuevas y su equipo prepararon a la vista de público y de los jueces del Guinness un cocktail de camarones que alcanzó un peso de 3,266 libras.
Cuevas recuerda que aquel logro. “Siempre quise tener un récord Guinness. Dios me dio la oportunidad de lograrlo con un platillo que representa mi tierra”, dijo. El camarón utilizado fue importado desde Mazatlán, en la costa pacífica mexicana. Aunque en 2023, Mazatlán rompió el récord por un margen de 200 kilos, Cuevas asegura que en 2026 intentará recuperarlo. “Está en los planes al cien por ciento”, afirmó.
De negocio familiar a franquicia internacional
El crecimiento de la familia Cuevas va de la mano del crecimiento empresarial. Francisco y su esposa, Camelia, trabajan codo a codo en cada restaurante, repartiéndose tareas y compartiendo responsabilidades. “Somos un equipo, sin ella no sería posible”, reconoce el restaurantero. Además de El Coco Pirata, la familia maneja La Machaca de mi Amá —donde su madre y su hermana aportan recetas tradicionales— y Cabrón Carbón, especializado en carnes.
Recientemente abrieron Coco Lounge, un espacio para eventos y conciertos que ha traído a artistas internacionales a Denver. Ahora, Cuevas está en la recta final del proceso de franquiciar El Coco Pirata. Tras superar los retrasos provocados por la pandemia, espera que a finales de 2025 estén listos los manuales de operación y los procesos estandarizados que permitirán llevar la marca a otras ciudades de Estados Unidos y México.

EN PAREJA| Francisco Cuevas asegura que su éxito no sería tal sin la presencia de su esposa, quien es su compañera para cada proyecto. (Foto/ El Comercio de Colorado)
Lo que se cocina en casa
Detrás del empresario exitoso está también el hombre de familia. En casa, Cuevas deja a un lado los grandes platillos de mariscos para volver a lo básico. “Lo que más cocino son frijoles, sencillos, con queso fresco y tortillas. Es la comida de rancho, humilde y mexicana”, confiesa. Sus hijos también disfrutan de los caldos que prepara, como el de res o de pollo. La trayectoria de Francisco Cuevas encierra la historia clásica del inmigrante emprendedor.
De un carrito en Denver ha llegado a conformar un imperio gastronómico en expansión. Su éxito se basa en la constancia, la innovación y el trabajo en familia. Con el sushi sinaloense como bandera y la visión de franquiciar su modelo, Cuevas se perfila como un referente de la cocina mexicana en Estados Unidos. “Lo más importante es conocer tus números, mantener la calidad y nunca soltar el servicio al cliente”, reflexiona. Este restaurantero sigue poniendo el corazón en cada plato.

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